Opinión

No

Solo en la más estricta intimidad de uno mismo. O en el íntimo círculo de los cotidianamente convivientes. Todo lo que sea salirse de ahí para la celebración de las navidades, Año Nuevo y Reyes es una imprudencia temeraria, tal como están las cosas y como van camino de estar. Dicho de otro modo, este maldito año no pueden celebrarse estas fiestas. Y así de claro tenía que haberlo dicho o prohibido el Gobierno central, como es su intransferible obligación, por mucho que quiera echar el muerto (los muertos) a las autonomías que, sin embargo y tal como están las cosas, deben asumir esa responsabilidad de la total prohibición festiva. Ni allegados, ni burbujas, ni unidades, ni gaitas. Fiestas, no.

Comentarios