PESE AL tiempo que le dedican los tertulianos, no hagan ni caso. A las discrepancias entre los socios de Gobierno, entre esos colegas de conveniencia que son Sánchez e Iglesias, PSOE y Podemos, ni caso. Que pierdan toda esperanza los ingenuos, si los hubiere, que creen que tales diferencias pueden llevar a una ruptura: ni de coña. Están ligados por el más fuerte pegamento que existe, por los intereses; los intereses creados, recordando la obra de Benavente. Es más, muchas de tales discrepancias son simplemente estratégicas, para conservar cada partido a sus votantes específicos, dándoles la impresión de que siguen siendo autónomos, tras haber conseguido el fin supremo de gobernar, repartirse el pastel y medrar.
