EN ESTA España de nuestros pecados, las sesiones de investidura tienen que cambiar de nombre para reflejar mejor lo que ahora son. Un cambio mínimo en la forma, pero total en su significado. Porque aquí y en las tales sesiones, investiduras no hay, pero anda que embestiduras… Embestidura: acción y acto de embestir. Aunque es más común decir embestida, utilicemos embestidura para conservar el paralelismo con investidura. Y lo de la investidura del que ganó las elecciones no nos va nada, si podemos (y Podemos) evitarlo. En cambio, las embestiduras o embestidas, los revolcones y hasta las cogidas escalofriantes están en nuestro más profundo ADN. ¡Olé!
