Opinión

Curso

A PUNTO DE comenzar el curso escolar, justo es reconocer que el pasado fue un éxito que superó pesimistas expectativas. Cierto que los problemas fueron muchos y que, cuando empezó, no pocos pensaban que no terminaría y que las clases serían un visto y no visto. Pero contra el viento y la marea de las olas del covid-19, el curso llegó a su término, poco menos que una hazaña en tan adversas circunstancias. En primer lugar, mérito de los profesores y de los alumnos, a los que hay que aplaudir. La enseñanza, por activa y por pasiva, nunca es fácil, y mucho menos con mascarillas, geles y ventilaciones invernales. Ojala que este curso sea menos duro y hosco, que lo será. Los que dan clase y los que la reciben se merecen un alivio.

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