Opinión

La copa de Moncloa

PRESIDENCIA DEL Gobierno convocó en diferido para el pasado martes la tradicional copa de Navidad de Moncloa. Sí, de Navidad, aunque estemos a mediados de enero. Porque las elecciones catalanas no permitieron celebrar antes ese encuentro con la prensa. Rajoy estuvo tranquilo y no se le notaba una fisura. Algún periodista comentó: «Cada día se parece más a Santa Claus», lo cual le convierte en fraternal. En fin, estuvieron la vicepresidenta Soraya, que anda con conjuntivitis, y los ministros de Hacienda, Justicia, Fomento, Agricultura o Cultura y Educación, entre otros, y mucha prensa de todo signo y condición editorial. Acudió el director de La Vanguardia y faltaron representantes televisivos de un grupo mediático cuya propiedad es una editorial cuya sede se ubicaba en Barcelona. Fueron muy comentadas esas ausencias, y otras obligadas como la de Cospedal, de viaje. No acudió, por ser presidenta del Legislativo, Ana Pastor. Y buenos canapés como tentempié para los corrillos de Cataluña y la crisis del Real Madrid. Rajoy confesó que en efecto lee el Marca y algo más.

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