Opinión

Lugo como rompeolas

El PP sumó 33 alcaldías tras los comicios de 2015, que son ahora 34 tras la vuelta del chantadés Manuel Varela al regazo de los populares, frente a las 28 de los socialistas, que se convirtieron en 27 tras la desafección del becerrense Manuel Martínez. El PSOE, subido a la ola de las generales, aspira a mejorar este resultado histórico y a estrechar el margen.

El gran vuelco en la política local gallega se produjo en 1999, cuando los populares perdieron el gobierno de las siete grandes ciudades de una tacada. Desde entonces solo volvieron a ostentar el mando en Ferrol, A Coruña y Santiago, en todos los casos por un periodo de cuatro años para perderlo de nuevo.

En el ámbito provincial, varias villas cabeceras que eran feudos populares pasaron a manos socialistas entre 2003 y 2007, lo que les ayudó a instalarse en la Diputación ese último año.

Sarria, donde PP y PSOE se dieron la alternativa, y Foz, que acumula dos mandatos de gobierno popular en minoría, vuelven a estar en juego. Las dudas se ciernen sobre Vilalba, el gran bastión pepero.

La gran mayoría de pequeños ayuntamientos están gobernados por la derecha. Ahí habrá dos o tres cambios, en uno y otro sentido, con la eterna duda de hasta dónde le afectará el influjo de las tendencias estatales al poder establecido. ¿Ganarán terreno los creadores de opinión mediáticos frente a los manilladores locales? ¿Mantendrán los municipios rurales el papel de rompeolas de Lugo y Ourense?

Comentarios