El Gobierno da luz verde a un nuevo plan de vivienda que, en lo que se refiere a apoyos para jóvenes, habrá que esperar a la respuesta que encuentra. A resultados. Las dos grandes preguntas son: 1) Quiénes pueden realmente beneficiarse de este plan. Y 2) Qué impacto positivo puede tener en el sector y en la generación de empleo. Habrá que esperar a que se concreten las respuestas. Los ayudas para adquirir un piso a menores de 35 años son solo para ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes. No será en esos municpios pequeños en donde los jóvenes tengan oportunidades de encontrar trabajo. Tampoco parecen muy realistas con el mercado de alquiler y con la realidad salarial los acotamientos para las ayudas al alquileres. Si el programa es 2018-2021, parece una exigencia razonable una revisión en función de resultados al cierre del primer ejercicio. El programa estará justificado social y políticamente si facilita el acceso real y cuantificable al alquiler o a la compra de vivienda de las rentas bajas y de los jóvenes que buscan y necesitan independizarse. Habrá que esperar a que se vea la efectividad de este plan.
Financiar las primarias
La propuesta de financiación con dinero público de las elecciones primarias —internas en los partidos— es de difícil comprensión en la salida de una profunda crisis económica y en el contexto de las reivindicaciones y protestas contra los recortes en servicios públicos fundamentales como la sanidad, la educación o las ayudas a la dependencia. Que Ciudadanos, desde su posición presuntamente liberal, se apunte a esa idea es algo sorpresivo o se trata, como suele ocurrir en política, de que las circunstancias se imponen a los programas y a las ideas. Más vieja política.
