Opinión

Políticamente incorrecto

La primera ministra británica reacciona frente el último ataque en Londres asegurando que "hay demasiada tolerancia hacia el extremismo". El presidente estadounidense arremete contra el alcalde de Londres, Sadiq Kahn, y pide dejar de ser políticamente correctos. Trump, una vez más practica los cánones propios de la mentita tuitera que amasa elementos noticiosos con simplezas interpretativas y tergiversa y falta a la verdad. Obviamente, no se refería a sí mismo al pedir el abandono de lo políticamente correcto. El alcalde londinenese dijo lo que cualquier responsable político sostiene en estas situaciones: romper las pautas de comportamiento de una sociedad libre sería darle una victoria al radicalismo yihadista. Tanto a un mandatario como al otro, en lugar de mensajes de carga frente a la propia sociedad, les corresponde responder antes de su gestión en materia de seguridad y asegurar la máxima eficiencia en la lucha de inteligencia y policial contra el radicalismo para garantizar las libertades de sus ciudadanos. Atacar los principios de las sociedades libres es lo que hacen los terroristas y los fanatismos que se legitiman con velos religiosos. No necesitamos, por tanto, que desde dentro, y menos todavía en nombre de las libertades, se cuestionen. Es trampa. Llamar e invitar a la reflexión frente a las diferentes varas de medir que lo políticamente correcto practica ante las diferentes procedencias y escenarios de la violencia y la intransigencia –algo que es una evidencia diaria–, debería evitar todo riesgo de siembra de intolerancia, de condena por apariencias, de rechazo del diferente. Es una tarea que corresponde en primer lugar a la sociedad civil, y en la que los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad. De las respuestas de Theresa May y de Donald Trump podría temerse que estamos ante unos gobernantes que deciden en "caliente".

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