Opinión

Desconcierto y falta de respuesta

OPINA PILAR Cernuda en su columna de hoy que no hay motivos para la euforia en la situación política española. Ve una realidad tan negativa que sospecha el "abismo". En uno ve disparates (Pedro Sánchez) y en otros "desconcierto y falta de respuesta" (Casado y Rivera). El fondo y el tono del debate ayer en el Congreso, con alguna excepción modélica, alimenta tal percepción. El tono subido, destructivo, vacío para construir está demasiado presente en la boca de los políticos. Este nivel de tensión -fusilamientos, golpe de Estado e insultos personales como grandes argumentos de debate- presenta demasiados riesgos si marca, y todo parece indicar que irá en aumento, los meses que faltan hasta las elecciones locales y regionales, y hasta la sentencia del Supremo para los políticos catalanes presos. Las descalificaciones (Casado) y las amenazas de ruptura (Sánchez) entre partidos constitucionales y de gobierno hay que medirlas. No destapen la caja de Pandora.

'ESPAZO DIVERSO'. Con la "mejor de las voluntades" se han cometido muchos atropellos en la historia. También por y contra la orientación sexual de las personas. La idea de En Marea en A Coruña de premiar para el acceso a un puesto de trabajo con cinco puntos la orientación sexual es, mírese como se mire, un retroceso histórico: se entromete en la intimidad de la persona y discrimina -dar un trato diferente a personas que merecerían el mismo y que supone beneficiar a unos y perjudicar a otros- por razón de orientación sexual. Creíamos que estos derechos, como la no discriminación por razón de sexo o la no intromisión en la intimidad, eran conquistas sin vuelta atrás en una sociedad avanzada. ¿Cómo se puede pedir una declaración de la orientación sexual para el acceso a un puesto de trabajo? ¿Y las creencias religiosas?

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