Opinión

Camino con seguridad

En 2015 se anunció la construcción de seis pasos subterráneos en la N-547, entre Palas de Rei y O Pino. Entoces era un compromiso firme. Había habido una víctima mortal en un cruce del Camino con esa carretera, en las inmediaciones de Arca (O Pino). Corresponden esas obras de pasos subterráneos a Fomento. No hay nada. Sí, se redujo la limitación de velocidad a 70 km/hora, como máxima en todo el tramo. Y se incluyeron señales con destellos luminosos en algunos cruces de peregrinos sobre la carretera. Hubo anuncios de compromiso de Fomento con el Camino. Acabó ahí. Esos seis pasos subterráneos que en 2015 iban a ser de inmediata ejecución están todavía en fase de exposición. Se argumentará con los tópicos habituales de que la administración pública tiene sus procedimientos y sus tiempos. No pueden saltarse, advertirá quien se parapeta en la burocracia. La ineficiencia o la falta de voluntad política para ejecutar también se toma sus largos tiempos. Será oportuno también recordar que el Camino, o los caminos a Santiago, precisan antes de 2021 actuaciones de seguridad y acciones para que el buen gusto respete el paisaje propio del entorno. Y, a quien correponda, debe adoptar medidas frente a una arquitectura, todavía abundante, que daña la vista. Otro punto más, que sigue pendiente: el incremento de peregrinos en bicicleta pide de cara al próximo Xacobeo actuaciones que han de ir más allá de unas señales que recuerden la distancia de separación que debe darse en el adelantamiento de un coche a un ciclista. La bicicleta y el ciclista seguirán necesitando un espacio definido y propio para avanzar con más seguridad hacia Santiago. No se pide ningún derroche. Al Camino probablemente no le falta ya norma alguna, ni promesas, sí que se ejecuten las existentes. Si es un recurso económico, los concellos han de comprometerse para lo popular y menos popular. 

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