Opinión

Neos y los valores de la sociedad civil en riesgo

Asistí en el hotel de los Reyes Católicos a la presentación de la plataforma Neos que promueven, entre otros, el exministro Jaime Mayor Oreja, María San Gil y Paco Vázquez. El leit motiv y divisa de esta iniciativa es «la defensa de los fundamentos del orden social que hoy se pretende destruir, ante la evidencia de que se sigue avanzando en esa dirección». Fue un acto interesante, pero excesivamente largo, dado el número de intervenciones y que algunos de los oradores no se ajustaron al tiempo pautado. De todos modos, el público estuvo educado y paciente. De todos los que intervinieron fue especialmente encendida la palabra de Paco Vázquez, al tiempo brillante y discutida, sobre todo por sus manías conocidas con respecto al uso del gallego en las administraciones. Más acertado estuvo al reivindicar el espíritu de la transición, y al recuerdo de la reunión en aquel mismo escenario de los primeros representantes democráticos de Galicia y su compromiso con la concordia y la defensa de la democracia.

Llamó la atención la brevedad de la intervención de Mayor Oreja, cuya presencia había despertado mayor interés. Me fije en el variado aspecto de los asistentes, que representaban una completa visión panorámica de la sociedad gallega por edades y aspectos. Y de todo cuanto allí se dijo, quiero resaltar el mensaje, a mi entender de más calado, en cuanto a la defensa de valores y principios hoy no ya cuestionados, sino atacados, abandonados o adulterados, ese mensaje que inspira a Neos es la reivindicación como pilares básicos de nuestra sociedad los tres principios que ilustran el proyecto de Constitución europea: los valores de la doctrina judeocristiana, el mundo griego y el Derecho Romano, por expresarlo de modo resumido.

Conversando luego con algunas de las personas que asistieron pude comprobar que, desde diversas posiciones, había sensibilidades diversas sobre puntos como la religión o la monarquía, pero coincidencia en los valores irrenunciables de la sociedad civil y la defensa del concepto de España como un todo armónico de ciudadanos, iguales en derechos y obligaciones, vivan donde vivan. Neos dejó en Santiago, sobre todo, varios mensajes para reflexionar sobre lo que queremos que siga siendo la sociedad española y sus fundamentos irrenunciables.

Al no definirse como partido político, sino, entiendo yo, como una plataforma de debate, de análisis y reflexión, como nos vino a decir María San Gil, el horizonte de este movimiento va más allá de las metas de aquellos para alcanzar el poder, sino del modo en que se debe procurar ese poder y su empleo para construir una sociedad mejor, y no para desmontar poco a poco lo que ha sido la sociedad misma. Las críticas a Neos, sobre todo desde posiciones laicistas, han considerado que es la última plataforma de la derecha española para que los postulados contra el aborto y la eutanasia y a favor de la familia España como nación y la Corona ganen peso político y social. Su principal promotor, Mayor Oreja afirma que Neos no va a tener cargos orgánicos y va a ser una corriente abierta, sin vinculación con partidos y plural. Y en ese sentido, destaca, precisamente, que forme parte de la iniciativa Francisco Vázquez, que fue embajador en el Vaticano y alcalde del PSOE en A Coruña, Adolfo Suárez Yllana (presidente de la fundación del PP Concordia y Libertad) y José Antonio Ortega Lara (uno de los fundadores de Vox). «No somos embrión ni germen de un partido político», recalca Mayor Oreja, que insiste en que esto no es político, es cultural» y en defensa de los «valores cristianos».

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