Opinión

El CNI sabía lo que iba a pasar y avisó

Diversos especialistas, exmiembros de la inteligencia española y militares en activo han venido manifestando en las redes sociales y otros medios que el CNI sabía perfectamente, como en otros casos, lo que se avecinaba y que avisó al Gobierno como es su función. Se considera casi ofensivo que decir, como algunos creíamos, que el CNI no se enteraba de una llamada a pasar a Ceuta que circulaba en las localidades marroquíes cercanas y en los propios barrios de procedencia marroquí de la citada ciudad.

¿Por qué el Gobierno no tomó medidas precautorias? La explicación que se da es que no tuvieron en cuenta que la avalancha pudiera ser de la dimensión que fue y creyeron que podrían controlarla con menos costo como en otras ocasiones en que actos parecidos pudieron serlo.
Otra de las incongruencias del caso es que un miembro del Gobierno, la vicepresidanta Yolanda Díaz y el partido Unidas Podemos se hayan pronunciado no en defensa de la integridad territorial de España y de sus fronteras, y de la población de Ceuta, sino de los marroquíes que han protagonizado la invasión. Bajo el manto de la defensa de los Derechos Humanos se ha cuestionado la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y especialmente se ha puesto en el ojo de la crítica y la sospecha la actuación del Ejército que fue desplegado como apoyo a los recursos desbordados, pero ni una palabra de condena a los actos violentos ni a las agresiones a la Guardia Civil y la Policía a quienes lanzaron piedras y otros objetos desde el otro lado de la frontera.

No deja de ser una curiosa contradicción que el mismo partido que cogobierna España; es decir, que forma parte del Gobierno, con varios ministros, interpele a ese Gobierno que toma las decisiones, preguntando por "las cautelas" de las unidades desplegadas en la zona, sobre todo en lo relativo a la atención de menores”, pese a la evidencia de que 1.500 niños, fueron lanzados a esta aventura desde el otro lado de la valla por Marruecos, como han criticado los escasos medios alauitas que han criticado el empleo de niños por su propio gobierno. Los agentes españoles fueron testigos de que uno de los marroquíes adultos, al ser detenido para ser devuelto, se dirigió a un grupo de ellos en la playa diciéndoles: “Vosotros ya os quedáis, nosotros volveremos”. Y así fue hasta que Marruecos cerro la frontera, ya que se ha constatado que las mismas personas trasladada al otro lado volvieron a Ceuta en sucesivas oleadas.

A Podemos se han unido algunas ONGs que han cuestionado la devolución en caliente de miles de marroquíes, en la línea de la postura del diputado y portavoz de Unidas Podemos en la comisión de Defensa en el Congreso, Roberto Uriarte, quien dirigió una seria de preguntas parlamentarias dirigidas al Ministerio que dirige Margarita Robles, de cara a obtener información sobre la actuación de los militares desplazados a la ciudad autónoma, bajo la evidencia justificación de sus sospechas. Para el, la misión del Ejército no debe ser el resguardo de la frontera, sino se empleado exclusivamente en labores humanitarias.

Lo más curioso es que pide que España respete la Convención de los Derechos del Niño, sin hacer la menor alusión al país que los ha enviado a Ceuta, como si la responsabilidad y el fenómeno fuera solo parte de España, pero incluso ha pedido que se apliquen medidas de reagrupamiento familiar. Y al final, como era de esperar, también ha cuestionado el proceso de devolución inmediata de las personas que traspasaron del modo conocido la frontera, como si en estos momentos cupiera otra solución.

En Ceuta han quedado cientos de personas todavía que entraron en las sucesivas oleadas y la mayor parte de los 1.500 menores. ¿Qué va a ocurrir con ellos ahora? Hoy se ha sabido, según el “Faro de Ceuta” que los menores marroquíes de la cercana localidad de Castillejos fueron engatusados, diciéndoles que iban de excursión a Ceuta, donde podrían ver a Ronaldo que jugaba allí un partido. Se fueron sin conocimiento de sus padres, que ahora reclaman que vuelvan.

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