Opinión

El laberinto catalán en un libro

Atento y diligente Lector. Si tienes interés y curiosidad en saber las causas que han llevado a la gravísima situación social y política de Cataluña en la actualidad, te recomiendo la lectura de ‘El libro negro del nacionalismo’. Sus coordinadores y editores Juan Pablo Cardenal, Sergio Fidalgo, Pablo Planas y Miriam Tey, nos dicen que es un libro negro porque es un libro de denuncia, que pretende relatar el tiempo oscuro por el que atraviesa Cataluña y dar fe de la necesidad de demoler esos principios abusivos, antidemocráticos y sectarios sobre los que actúan la mayoría de los poderes públicos y una parte de la sociedad catalana.

Solo sobre un terreno limpio de supremacismo, xenofobia y sentimentalismos fanáticos podremos volver a reconstruir una Cataluña hoy en decadencia fruto de un nacionalismo rampante que ha campado a sus anchas durante más de cuarenta años. Con esta voluntad, la de denunciar para reconstruir una Cataluña abierta, democrática y próspera, firmemente comprometida con el progreso de España.

En él, 51 autores con actividades y profesiones muy diversas, analizan de modo riguroso y pormenorizado, entre otras cosas: el golpe de Estado y la ruptura de la legalidad por el independentismo; el manido lema «España nos roba»; la hispanofobia; el error del traspaso de las competencias en educación y el consiguiente adoctrinamiento de los jóvenes en el odio a todo lo español; la manipulación de la historia y de la cultura; la inmersión lingüística y el ‘apartheid’ del español; el catalán como cuestión racial; el sectarismo de determinados medios de comunicación; la influencia y la penetración del independentismo en la iglesia, sindicatos, colegios profesionales, poder judicial e incluso en el deporte; los ‘xarnegos’; el pujolismo y la corrupción; el control ideológico del espacio público; las radicales organizaciones nacionalistas; y la resistencia: la creación de la ‘Societat Civil Catalana’; el fortalecimiento del tejido asociativo contra el nacionalismo; la lucha contra el separatismo en las redes sociales, o como hacer posible la concordia.

Hay que alabar su generosidad y compromiso; también su valentía, al romper el silencio y dar un paso adelante; en definitiva, hacer oídos sordos como Ignacia Depano a quien te aconseja que no dejes tu «zona de confort»; tal como dice la autora: «no merece la pena que pierdas el tiempo en semejante jaula de grillos, llevándote disgustos y soportando impertinencias e insultos. A ti que más te da, qué necesidad tienes, déjalo ya».
Cuatro cuestiones que creo de interés caben añadir a lo ya dicho: la primera que la supremacía de la que hacen gala los nacionalistas fanáticos, esconde no pocas veces palmarios complejos de inferioridad.

La segunda que como ha observado con agudeza otro de los autores, Tomás Guasch, una de las características de los que llevan la voz cantante en el ‘procés’, «es que raramente sonríen; desconocen la carcajada, viven en un permanente estado de cabrero que sospecho no será bueno […] por lo general es gente con cara de vinagre». La tercera que el libro tiene un acertado y pertinente subtítulo: La ideología totalitaria que ha conducido a Cataluña al desastre. Y la cuarta, que el título del prólogo de la obra escrito por Albert Boadella es bien significativo: «Carta a mis nietos para que comprendan lo fácil que resultó destruir el equilibrio y buen sentido de una comunidad de ciudadanos que vivían en buena armonía» y, me permito añadir, lo difícil, sino imposible, que será reconstruirlo.

Mi buen lector: este es un libro de hoy y del mañana para que se sepa lo que está ocurriendo en Cataluña y para que no se olvide.

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