Opinión

Andalucía, minuto y resultado

Nunca está de más prevenirse frente a giros inesperados de la campaña, por si el paseo militar de Moreno Bonilla termina en despeñadero

LA AGENDA electoral de este fin de semana y el debate pendiente en Canal Sur servirán para confirmar o revisar las hipótesis circulantes sobre el desenlace de las elecciones andaluzas.

La mayoritaria anticipa un sobrado triunfo del PP, aunque por debajo de los 55 escaños que habilitaría su aspiración a gobernar en solitario, lo cual alimenta el quinielismo sobre un eventual desembarco de la ultraderecha en la Junta.

En clave nacional, ese desenlace, con Vox o sin Vox en el gobierno de la Comunidad más poblada de España, alimentará a su vez la interpretación de estos comicios como un empujón para sacar a Sánchez del poder. Aunque el PP no lo plantee en términos isabelinos (de hecho, no quiere a Díaz Ayuso en la campaña), esa lectura será inevitable en suma a los otros contratiempos del presidente del Gobierno, como el fiasco saharaui y la división interna en sus propias bases de apoyo.

Va a ser cosa de ver el debate televisado que los seis principales candidatos van a librar en Canal Sur este lunes. Sobre todo, para tantear el grado de verosimilitud de tres conjeturas de amplia circulación en estos últimos días. A saber: una, que el voto de Vox se desinfla por lo que los dirigentes del partido consideran desafortunadas actuaciones de Macarena Olona. Dos, que el voto socialista se estaría desperezando gracias a una intensa labor persuasiva de la maquinaria del partido (unos 45.000 militantes y cientos de alcaldes). Y tres, que los socialistas ya no abusarán del recurso a la llamada ‘alerta antifascista’ (miedo a Vox), aunque seguirán hablando de ‘derecha y ultraderecha’ como una misma cosa, mientras ofrecen la posibilidad de elegir entre ‘derechos’ y ‘derechas’. En todo caso, nada que cancele el persistente discurso de Feijóo y Moreno Bonilla contra el exceso de confianza de su gente y la tentación de dar las elecciones por ganadas. Ya veremos si en el debate televisado del lunes que viene Moreno Bonilla vuelve a dejar pasar los balones, sin intención de jugarlos, como hizo el lunes pasado en plan presidencialista, o ahora sí adelanta líneas y presiona en al área contraria. Por lo demás, las líneas de aproximación a las elecciones del 19 de junio no han cambiado. Sustancialmente se mantienen: la marca ‘Juanma’ sigue triunfando en sondeos y terrazas de verano, como presagio invencible del derechazo andaluz. Pero nunca está de más prevenirse frente a giros inesperados de la campaña, por si el paseo militar de Moreno Bonilla termina en despeñadero. Podría ocurrir si su facturación en las urnas se aleja de la mayoría absoluta más de lo previsto.

Comentarios