Opinión

¿Qué esplendor?

¿MERECIÓ LA pena tanto esfuerzo para evitar los contagios durante el año académico para tirar todo por la borda con los viajes de fin de curso? Unos viajes mal llamados "de estudios", como bien precisaba el profesor Jorge de Vivero en su acertado y acerado artículo del domingo. Lo fácil es echarle la culpa a los jóvenes, que seguramente la tienen y mucha pese a ser comprensible su deseo de escapar de casa y disfrutar del "esplendor en la hierba y de la gloria en las flores", en palabras del poeta William Wordsworth, inspirador del título de la inolvidable película de Elia Kazan. Pero sería injusto no repartir las responsabilidades entre los padres, algunos profesores y quienes no fueron capaces de prever esta contingencia, sobre todo cuando faltaban vacunas. En fin...

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