Opinión

Una vida virtual

LA PANDEMIA deja bastantes cosas negativas y también alguna lección positiva. Entre las primeras -además de los muertos, enfermos y afectados económicamente- están las relaciones humanas, que han sufrido un claro deterioro. Y no solo por el distanciamiento, que también. Así, por ejemplo, la pandemia ha venido a disparar el número de horas que los adolescentes pasan ante internet, muchas veces sin límite ni control de ningún tipo. De acuerdo con un reciente estudio, hasta un 27,8% de los menores hacen un uso compulsivo de ordenadores, smartphones y demás terminales. Y ello siempre trae consecuencias: mal humor, agresividad, falta de concentración, desinterés por el entorno más próximo y por las obligaciones académicas. Vivir pendiente de las pantallas se ha convertido en más que un hábito. Es un problema serio. Para los adolescentes, pero también para mayores e incluso niños, que cada vez se adentran antes en el submundo virtual.

Menos consumo de alcohol

Dentro de los aspectos positivos de la pandemia entre los jóvenes cabe apuntar la reducción del consumo de alcohol, que ha bajado del 60% al 45 por ciento, y del cannabis (del 20% al 16%). Son los datos del observatorio Oeda-Covid del año 2020.

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