Opinión

La batalla interna

TRAS EL anuncio del traslado de sede del PP y tras los fastos por el 25 aniversario de la llegada al poder de José María Aznar, que mostraron el distanciamiento que existe entre el expresidente del Gobierno y el actual líder de los populares, Pablo Casado se lanza a afianzar su poder dentro del partido. Y lo hace tratando de cambiar la forma de designar a los dirigentes provinciales, que antes venían impuestos por los barones autonómicos y ahora Génova pretende elegir directamente para que después ellos proclamen al candidato de su respectiva comunidad. Es decir, se cambia la fórmula "de arriba a abajo" por la de "abajo a arriba". Y ello ya va a producir tensiones en Castilla y León, donde al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, no le ha sentado nada bien que traten de "apartarlo". Es el primer choque de trenes, pero seguramente habrá más.

La "pantomima" de la apisonadora

La oposición política y las principales asociaciones de víctimas del terrorismo calificaron de "show" el acto de destrucción de armas de Eta y Grapo al que asistió Pedro Sánchez. "Solo le faltó subirse a la apisonadora", dijeron los más sarcásticos, que le reprochan sacar rédito a una imagen icónica mientras negocia con Bildu. Y no les falta razón.

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