Opinión

Oficina de empleo

DESDE QUE LA POLÍTICA ha dejado de ser para algunos una vocación de servicio público para convertirse en un modo de vida o una oficina de colocación, cada vez resulta más habitual el incremento de salarios y de dedicaciones exclusivas en muchas corporaciones. La primera medida de varios alcaldes y alcaldesas tras tomar posesión hace unos días no fue otra que una autosubida de sueldo. Y después se extrañan de que su actividad goce de poca reputación y de que exista una creciente desafección entre los ciudadanos. Ya lo decía el escritor alemán Georg Lichtenberg: "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto".

¿De qué blanqueo hablan?
¡Menuda polémica con el supuesto blanqueo de Arnaldo Otegi en TVE! Y es que, como expuso nuestro colaborador Rodrigo Cota en las redes sociales, "aquí solo se puede entrevistar a gente que diga lo que quieres escuchar; si no, no vale". El cordón sanitario, trasladado al periodismo por los partidarios del pensamiento único. Un profesional de la comunicación solo se debe a la noticia y si para ello tiene que hablar con el mismo diablo no debe dudarlo ni un instante.

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