Pasan los días y nos encaminamos hacia un mes de reclusión en casa. Un mes de sacrificio que ha tenido su recompensa, porque justamente ahora empieza a aplanarse la curva de contagios, según los expertos. La lucha contra ese enemigo invisible e implacable es dura y exige constancia, disciplina y paciencia. Nos amenaza físicamente pero también desde el plano psicológico. Por ello, ahora que hemos recorrido gran parte del camino, es momento de no bajar la guardia y no dar la batalla por vencida. En los últimos días hemos visto escenas inapropiadas: gente que sale a la calle más que nunca con cualquier excusa, personas que no respetan la distancia de seguridad, otras que llegan a darle una palmada al prójimo en la espalda... Son escenas cotidianas que entrañan riesgo para nuestra seguridad y la de nuestro entorno vital. Apelemos a la responsabilidad individual y no nos relajemos. Quien lo sufrió sabe que el bicho es traicionero.
El ejemplo de Martiño Noriega
Martiño Noriega, dirigente de Anova y exalcalde de Santiago con Compostela Aberta, se incorpora al Sergas como voluntario. Este médico de familia echará una mano ante la crisis del coronavirus.
