Opinión

Muchos elogios

SI ES cierto eso de que los elogios pueden acabar desgastando ("huye de ellos, pero trata de merecerlos", decía el sabio Fénelon), debería andarse con cuidado el presidente de la Xunta. Primero fue el doctor Fernando Simón quien dijo que en Galicia se estaban haciendo las cosas bien contra el coronavirus. Después Yolanda Díaz sostuvo que Alberto Núñez Feijóo "es de lo mejor que tiene el PP". Y ahora el reaparecido ministro Manuel Castells acaba de asegurar: "Es que hay PP y PP, afortunadamente; yo más bien soy del modelo gallego". La alusión (sin citarlos) a Pablo Casado y sobre todo a Isabel Díaz Ayuso parece evidente. Así que va a tener razón un columnista de este periódico cuando antes de las elecciones gallegas sostenía que a Ferraz no le venía mal un triunfo de Feijóo. Quizá mejor que a Génova. Y el tiempo ha acabado dándole la razón. Los elogios a veces vienen envenenados. Quizá por ello se suele decir eso de que las comparaciones son odiosas. 

El ayer y hoy del papel del Rey 

La gran desmemoria de Pilar Urbano es un libro fundamental para conocer el papel del Rey en la Transición. Entonces se coordinaba en todo con el Gobierno y hoy sufre ataques desde varios ministerios. ¡Cómo han cambiado los tiempos!

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