TODOS SOMOS dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras, como sostenía Aristóteles. Es algo que deberían tener presente tanto el ministro José Luis Ábalos, con sus constantes cambios de versión sobre el encuentro con la número dos de Nicolás Maduro, como Pedro Sánchez, a quien ayer recordaba Abc en portada dos frases suyas pronunciadas hace un año, cuando estaba lejos de tener como socio al partido de Pablo Iglesias: "El Gobierno de España anuncia que reconoce oficialmente al presidente de la Asamblea, al señor Juan Guaidó, como presidente de Venezuela. (...) Su legitimidad democrática emana de su condición de presidente de la Asamblea Nacional". La hemeroteca deja en mal lugar a quien ahora rebaja al político venezolano a la categoría de "líder de la oposición".
... y las influencias negativas
A Pedro Sánchez lo visitará el lunes en la Moncloa Pablo Casado, que de un tiempo a esta parte parece estar bajo la égida aznarista. Es precisamente ello lo que le reprochan los moderados del PP a su líder. Entienden que haya enterrado el rajoysmo pero no que se rodee de gente de la órbita de Faes, como Cayetana Álvarez de Toledo y otros muchos.
