Opinión

Fuegos de artificio

El PATRIMONIO puede con la tradición. El Concello de Santiago acaba de tomar la sabia decisión de trasladar los fuegos del Apóstol de la plaza del Obradoiro a otro enclave que está aún por determinar, pero que bien pudiera ser la Alameda o el parque de Belvís. Como es lógico, la noticia ha causado cierto impacto porque se cambia de emplazamiento tras casi cinco siglos. Pero en general ha tenido buena acogida. La Xunta y la ciudadanía en general creen que es una decisión "sensata" y "acorde con los tiempos", dado que la sesión de pirotécnica dejaba normalmente daños colaterales, sobre todo en tejados del casco histórico compostelano, que no hay que olvidar que es Bien Mundial. Seguirá habiendo espectáculo de luces la noche del 24 de julio pero lejos de la catedral y de su entorno, que el gobierno del socialista Sánchez Bugallo —en este caso bien aconsejado— pretende preservar. 

Drones, alternativa de futuro 

Renovarse o morir. Dice El Correo que el ejemplo a seguir por Compostela es Shanghái. Allí dieron la bienvenida al nuevo año con las luces de dos mil drones. Seguro que fue del agrado hasta de Greta Thunberg porque es más ecológico que los fuegos.

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