Opinión

Foco y sombra

LOS GURÚS suelen tener fecha de caducidad. Le pasa a Iván Redondo con Pedro Sánchez y le puede pasar cualquier día de estos a Miguel Ángel Rodríguez con Isabel Díaz Ayuso, de quien se dice que no da un paso sin contar con su aprobación. Cuando un spin doctor acaba por restar foco a quien lo contrata tiene los días contados. Y es que llega un momento en que el ciudadano de a pie no sabe quién toma realmente la decisión o marca la estrategia a seguir: si el presidente o presidenta o su asesor más poderoso. En la marcha de Redondo, por lo que explica Carlos Cué en El País, puede que —además de algunos errores de bulto— pesara mucho su ambición: quería ser ministro de Presidencia y maduraba dejar su lugar en la sombra para tener más exposición mediática.

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