EL ESCRITOR barcelonés Eduardo Mendoza sale a reivindicar el aburrimiento. "Los padres deben llevar a sus hijos a aburrirse a algún lado. En estos momentos estamos entretenidos todo el tiempo, pero las buenas ideas se me han ocurrido siempre aburriéndome, esperando a que salga el avión, en la sala del médico. Ahí es donde se te ocurren magníficas ideas. Ahora todo el mundo saca fotos, chatea... No existe un momento en que dejemos de estar ocupados y dejemos las puertas abiertas para que entre la fantasía", explica en una reciente entrevista el laureado autor de La verdad del caso Savolta. Y lamenta que "ahora en casa no haya un minuto de aburrimiento", entre ver nuevas series y entrar en conexión telemática. "Jamás ha habido un encierro más animado que este", sostiene. Hace muchos años, el filósofo Bertrand Rusell opinaba prácticamente lo mismo: "Una generación que no soporta el aburrimiento será de escaso valor". Así que abúrranse, aunque sea leyendo estas líneas.
Hambre sí pero 5G también
Hablando de aburrirse, ¿es normal que el iPhone 12 se haya agotado solo en tres días en un país como Siria lastrado por una guerra de nueve años? Increíble: colas de hambre y también para el 5G.
