DICEN LOS detractores de Pablo Casado, que haberlos haylos dentro de su partido, que debería dejar de "disparar a todo lo que se mueve" y mostrar "una imagen de unidad y consenso", por utilizar la expresión que Felipe VI soltó en su última visita a Barcelona acompañado de Pedro Sánchez. Lo que vienen a pedirle al líder del PP es un perfil más institucional y moderado, propio de quien aspira a gobernar algún día y alejado de Vox, Ayuso, la radicalidad, el no por el no... El paso dado con el cese de Cayetana Álvarez de Toledo parecía ir en esa dirección, pero sus últimos bandazos siembran dudas. Hasta el propio Aznar ha venido a mostrar ciertas reticencias hacia su discípulo, hacia quien antes no ahorraba elogios. "Ganarse los galones es responsabilidad de cada uno" o "es el líder que el PP tiene en estos momentos" son expresiones que suenan a reproche en boca del expresidente, que también se ha atrevido a aconsejarle votar ‘no’ a la moción de censura promovida por Abascal.
Otros tampoco tiran cohetes
La suerte de Casado es que enfrente tampoco están para tirar cohetes. El caso Dina, las discrepencias sobre el Rey y la deficiente gestión de la crisis también pasan factura a los socios de gobierno.
