Opinión

Cuota de tres euros

EN MENOS tiempo del que preveíamos, los partidos de la llamada nueva política han acabado pareciéndose cada vez más a los de viejo cuño. De tal forma que hoy es casi imposible distinguir unos de otros. Y no lo decimos porque sus políticos hayan cambiado en la forma de vestir o vivir —sí, ya sabemos que estarán pensando en el famoso chalé de Galapagar o en las generosas dietas por ir al Congreso y ya no digamos a la Eurocámara—, sino porque han acabado por adoptar perniciosas costumbres de formaciones a las que supuestamente detestaban. Ya lo decía Jacinto Benavente: "Bienaventurados nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos". Aquello de los círculos, de las asambleas, del voto telemático, de sustituir los afiliados que pagan por los simpatizantes que no lo hacen... está en proceso de pasar a mejor vida. Unidas Podemos cobrará a los suyos una cuota de tres euros al mes. Es un ejemplo, pero hay más.

La financiación de Jácome

Democracia Ourensana también vino para ser el azote del PP y acabó pactando con él. Ahora Abc revela que el alcalde Jácome exigía mordidas de hasta el 60% del sueldo a sus asesores. Y cobraba esas ‘donaciones’ a pocos metros de su despacho.

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