POR CULPA de la pandemia pasó desapercibido el 30 de abril el 75 aniversario de lo que el escritor Jacinto Antón define como "el disparo más importante de la Segunda Guerra Mundial". Se refería al suicidio de Adolf Hitler, el líder que mejor representaba la protervia del ser humano. Nunca dio muestras de arrepentimiento por sus atroces crímenes. Y más que sentir que le había fallado a Alemania —a la que llevó a perder una guerra y millones de vidas— se fue de este mundo con la sensación de que Alemania le había fallado a él. Como reflejan historiadores como Preston o Kershaw, no tenía buena opinión de los españoles ("vagos y moros"), aunque en público no ahorrara elogios, sobre todo hacia los integrantes de la División Azul. Y nunca olvidó su fallido encuentro con Franco en Hendaya. "Con ese hombre no hay nada que hacer", llegó a confesar, molesto con las evasivas de un tipo bajito y de voz aflautada que aquel día quizá ejerció como nunca de gallego.
La hermana de Kim Jong-un
Hablando de dictadores, la reaparición de Kim Jong-un ahogó rumores y dejó ver lo alargada que es la sombra de su hermana menor, Kim Yo-jong, cada vez con más poder e influencia sobre él.
