PERIMETRADOS, los gallegos estamos descubriendo con orgullo la recompensa por perdernos entre las rocas de la Costa da Morte, los cañones del Sil o los miradores de la ría de Vigo. El bono de la Xunta ayudará, cuando abran las fronteras, a alargar el tirón de estos paraísos cercanos... sobre el mapa. Porque en la práctica son más caros los 21,55 euros de peaje por atravesar la comunidad de norte a sur que un vuelo de fin de semana a Canarias, Londres o París. Y tardaremos menos que las 3 horas que lleva cruzar de este a oeste Galicia, a la que, con un nivel de infraestructuras inversamente proporcional a su belleza, solo le queda confiar en que Pelegrín traiga mejoras el año que viene de paso que se lleva el covid.
