Puede que las posibilidades de encontrar los cuerpos en el Atlántico Norte pasadas 36 horas sean cero, que estos se hundan al congelarse y que el mal tiempo imposibilitase la tarea. Pero hay algo más allá de los parámetros físicos que se llama humanidad. Humanity o humanité, aunque parece que esa palabra no llegó a Canadá ni en inglés ni francés. Parar la búsqueda un día después del naufragio fue insultar a las familias cuando solo cabía el consuelo, el cariño y comprensión. En momentos de duelo, los gestos, aunque no vayan a solucionar nada, son necesarios. Como lo era alargar dos días más el rastreo. ¿Tanto costaba, Canadá? Espero que el ahorro de money, o argent, les compense.
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