Opinión

Otras reglas

HASTA AHORA ya tenía asumido que había un deporte que tiene un reglamento para un equipo y otro para los 19 clubes restantes. Pero lo que se vio en el Gran Premio de Argentina me hace sospechar que también en este deporte hay un reglamento para un piloto, y otro para el resto de la parrilla.

Tres veces fue sancionado Marc Márquez en una misma carrera, y no le sacaron bandera negra. No una. Ni dos. Tres. Y las dos últimas fueron acciones que lo merecían de sobra.

El esperpento de carrera empezó cuando a Márquez se le paró la moto y se adelantó empujándola para arrancarla y volvió a su posición circulando en dirección contraria. Esto, que para otro piloto le acarrearía salir desde ‘pit lane’, al de Honda le suposo un ‘ride through’. Podría pasar. No es lo mismo entrar en ‘pit lane’ el primero y en carrera, que salir el último desde boxes en parado... pero hasta se podría dar por bueno. Pero lo que ocurrió después si que ya no tiene excusas.

Esa vitola de piloto atrevido que algunos le han otorgado se le ha subido a la cabeza y ya no distingue la valentía de la temeridad. Y lo demostró. El hachazo que le dio a Aleix Espargaró, arrollándole sin espacio, le costó ceder una posición. Es decir, nada. Y ya, la traca final, fue cuando tiró a Valentino Rossi queriendo entrar por donde no cabía y llevando al italiano a la hierba y de ahí al suelo. ¿Y cuál fue el coste de esta maniobra irresponsable? Pues 30 segundos de penalización.

Hace tres años, dos pilotos rodaban casi parados por el vértice de una curva. Uno (de naranja) se echó encima del otro (de azul), que sacó el pie del estribo y el de naranja acabó en el suelo. Por esta acción al piloto de mono azul le sancionaron saliendo último en el siguiente gran premio, lo que le costó un Mundial. Ahora, solo le habría supuesto 30 segundos en carrera y, quizás, hoy tendría 10 mundiales de la categoría reina.

Comentarios