El coronavirus entró el 11 de febrero por Vitoria, según investigadores gallegos

La cepa con más presencia en la comunidad (68%) es la A2a5, con origen probable en Italia y dispersada desde Madrid al resto de España
Antonio Salas e Federico Martinón. IDIS
photo_camera Antonio Salas y Federico Martinón. IDIS

El 24 de febrero, el departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña detectaba el primer caso de covid-19 de la España peninsular, una italiana de 36 años, vecina de Barcelona, que días atrás había viajado por la Lombardía, uno de los grandes focos de la epidemia en su país natal. Sin embargo, una investigación encabezada por los doctores Antonio Salas y Federico Martinón, del Instituto de Investigación Sanitaria (Idis) de Santiago sostiene que el coronavirus llevaba ya un tiempo instalado en territorio ibérico, ya que pudo haber entrado a través de Vitoria en torno al 11 de febrero. Justo un mes antes de que la Organización Mundial de la Salud elevase la enfermedad a la categoría de pandemia.

"O País Vasco é a comunidade con máis probabilidades de albergar a orixe da pandemia en España, cun foco de expansión importante que ten lugar entre os días 5 e 14 e 16 e 19 de marzo", destacan los investigadores en un artículo en Zoological Research, resultado del análisis de 41.362 genomas del covid, de los cuales 1.245 componen la muestra española; "o maior estudo global levado a cabo ata a data en relación coa variabilidade xenómica do SARS-CoV-2 no mundo e o primeiro publicado en explorar a variación xenética en España", destaca la Universidade de Santiago (USC) en una nota.

Una mutación a la que se achaca una mayor capacidad de transmisión afectó más a Galicia, aunque no disparó la incidencia de la enfermedad

Este foco vasco, relacionado con la cepa genética B3a del coronavirus, es uno de los principales puntos de arranque en España, que acabaría por convertirse en "un dos grandes focos mundiais da primeira onda da pandemia" Pero no es el único. El grupo liderado por los profesores de la Facultade de Medicina compostelana expone que "o 90% de todas as incidencias" del virus en el país se corresponden con cinco cepas genéticas: A2a5 (38,4%), B3a (30,1%), B9 (8,7%), A2a4 (7,8%) y A2a10 (2,8%).

Hasta esta conclusión llegaron mediante "unha combinación de análises evolutivas e matemáticas" que examinaron tanto la cronología de los genomas como "os seus patróns de variación". Un método que permitió "reconstruír a orixe máis probable destas liñaxes" y, con ello, constatar que mientras el B3a, el B9 y el sublinaje A2a5c surgieron en España, el A2a5, el A2a4 y el A2a10 fueron importados de otros países de Europa.

En concreto, el A2a5 —que los científicos consideran "a segunda liñaxe máis importante" del virus en el país—, tiene como cuna más probable Italia, "o lugar onde xorde o seu devanceiro evolutivo", el A2a, que a su vez es "o máis importante a nivel mundial". Desde allí, habría llegado a España a principios de marzo, con unos primeros casos registrados el día 4 en Madrid, donde "rapidamente se fai forte" y convierte a la capital y su entorno en el principal foco de dispersión a otras áreas de España e incluso a Portugal. Así, el A2a5 asoma en el 60,8% de las muestras madrileñas y los datos apuntan a que se expandió progresivamente por otras regiones, entre las que destaca Galicia, donde se detecta en el 67,6% de los análisis, apareciendo sobre todo entre el 7 y el 15 de abril. Además, se observa su presencia en México, Argentina, Chile, Colombia y Panamá.

El primer caso confirmado en la Península fue el 24 de febrero: una italiana vecina de Barcelona que estuvo de viaje por Lombardía

Y es que muchos de estos linajes, ya sean generados dentro de España como las importadas de fuera, pudieron ser luego "exportadas a outros lugares do mundo", como Inglaterra (en el caso del B3a) o Suramérica (el B3a y el A2a4).

ALTA TRANSMISIÓN SIN EFECTO. El artículo destaca que el virus muestra "un aspecto distintivo" en España: la "elevada frecuencia" de genomas de la cepa B, que englobla el 39,3% del total, repartido sobre todo entre las variaciones B3a (30,1%) y B9 (8,7%), las nacidas en el país. Esta B3a es la segunda modalidad con mayor incidencia en Galicia, dado que abarca el 10,8% de las muestras locales. Su ascendencia más probable es vasca.

El 90% de las incidencias en España se vinculan a cinco cepas

Por otro lado, Salas y Martinón aluden a trabajos previos que apuntan a que la mutación D614G confiere al coronavirus "unha maior capacidade de transmisión". Pero su peso en España es inferior que en el resto del continente. "Está presente en aproximadamente un 56%" de las cepas, "o cal podería parecer moi alta, pero é con todo a máis baixa de toda Europa", donde alcanza el 82%. Así pues, sus resultados "non apoian" una implicación de esta mutación en la alta incidencia del covid-19 en España. No solo porque, a pesar de esta menor frecuencia, la incidencia del coronavirus en el país ha sido alta, sino porque "a cepa que ten éxito a nivel mundial" es la A2a, donde precisamente no surge esta mutación.

El ejemplo que ponen es, de hecho, Galicia, una de las zonas de España con mayor frecuencia de esta D614G pero que, sin embargo, presenta una de las menores incidencias de la enfermedad en el país. Con todo, matizan que estas interpretaciones requieren tener en cuenta cuestiones como la llegada más tardía del virus al noroeste o, unida a ella, la influencia del confinamiento.

La expansión de las cepas de covid-19 en España necesitó la participación de supercontagiadores
El estudio de Antonio Salas y Federico Martinón resalta que los principales linajes del virus en España experimentaron "incrementos repentinos" en su tamaño "nun tempo moi curto" y "en cidades concretas". Una evolución que «delata que detrás destas expansións do virus foi necesaria a mediación de supercontaxiadores», es decir, personas con alta sensibilidad para transmitir el covid-19.

"O papel dos supercontaxiadores e non variacións vantaxosas no xenoma do virus, tiveron moita máis importancia á hora de entender e explicar a epidemioloxía do SARS-Cov-2", explica Martinón. De hecho, en la anterior fase de la investigación, los expertos de la USC afirmaban que "entre un terzo e a metade de todos os contaxios rexistrados en todo o mundo" están relacionados con esta figura que, en algunos países, dieron lugar a brotes epidémicos locales y hasta nacionales.

 

Saber útil para el diagnóstico
De los 41.362 genomas del coronavirus, el grupo observó 19.968 secuencias diferentes, ya que el covid-19 acumula mutaciones a un ritmo aproximado de una vez cada dos semanas. "É imposible recoñecer se entre os máis de 14.000 cambios xenéticos detectados existe algún que puidese ter algunha implicación na eficacia das futuras vacinas", apunta Salas, que destaca que, en cambio, "si é máis predicible o seu impacto sobre os métodos de diagnóstico".

SISTEMA DE VIGILANCIA. Martinón afirma que "é esencial estar atentos" a estas mutaciones "polas implicacións que pode ter". Y este sistema de clasificación del Idis "pode ser unha ferramenta clave" y "formar parte das medidas de vixilancia activa", añade.

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