Opinión

Violencia extrema

IMPRESIONAN Y ASUSTAN los datos de la gran oleada de homicidios que se están registrando en Estados Unidos, de forma paralela a la expansión del coronavirus y la eclosión de las protestas raciales. ¿Quién había comparado a Trump con Nerón? ¿El historiador Tom Holland? No iba nada desencaminado. Tiene al país incendiado. Y solo parece preocuparse de echarle gasolina al fuego. Cierto que antes de su llegada EE.UU. ya soportaba un alto índice delincuencial. Pero la cosa ha ido a peor. Si 2019 ya fue un año con unas estadísticas disparadas, en el primer semestre de este 2020 la cosa se ha desmadrado. Veamos: Chicago, peor que hace un siglo y con unas cifras similares a las del infausto 2016: 329 personas muertas por arma de fuego y 1.600 heridas en lo que va de enero a junio; Filadelfia, 210 homicidios; Los Ángeles, 119; Washington, 89; Atlanta, 50; Miami, 46... Por cierto, el fin de semana del 4 de julio (fiesta de la independencia) fue especialmente violento.

... Y la cosa aún puede ir a peor

"Va a ser un verano duro. Es obvio que hay mucha gente con armas en la ciudad". Quien se expresa así es Terence Monahan, jefe de Policía de Nueva York, que tampoco fue ajena a la ola de violencia del pasado fin de semana: 65 heridos por disparos.