El lucense Esteban Basanta llega en plena forma a la Copa de Europa de triatlón

"Estoy mejor que antes de la cuarentena", asegura el deportista
Esteban Basanta, en la prueba de duatlón que corrió el pasado mes de marzo. EP
photo_camera Esteban Basanta, en la prueba de duatlón que corrió el pasado mes de marzo. EP

El triatleta lucense Esteban Basanta afronta este domingo una de sus últimas pruebas de la temporada como corredor del Cidade de Lugo Fluvial. Es un año clave en su carrera deportiva, ya que a partir del próximo mes se traslada a Madrid para integrarse en el Centro de Alto Rendimiento, también conocido como la residencia Blume, donde espera dar un salto cualitativo a todos los niveles. "Hace poco me aceptaron la beca y me lo tomo como un escalón en mi formación deportiva, además de que me va a ayudar a no dejar los estudios de lado, algo que en Lugo sería más difícil", explica.

Pero antes de dejar Galicia, hoy viaja a Letonia para afrontar el domingo (a partir de las 10.00 horas) su primera prueba de triatlón del año y la que puede ser la última de la temporada con el Cidade de Lugo Fluvial. Es la Copa de Europa júnior de triatlón, en Riga, donde representa a la selección española. Tendrá que afrontar una dura prueba: 375 metros de natación, 12 kilómetros de bicicleta y cuatro de carrera a pie, una distancia ligeramente menor a la habitual por las restricciones que obliga la pandemia desatada por el coronavirus.

"Llego muy bien, porque desde que salimos del confinamiento a principios de mayo, y al no tener clases, he podido entrenar más tiempo de lo normal. No te das cuenta, pasan tres meses y de repente vuelves a estar en forma e, incluso, mejor que antes de la cuarentena", reconoce, ilusionado, el triatleta.

Y es que el confinamiento le ha venido como agua de mayo no solo para preparar la prueba de manera óptima, sino también para aprovechar al máximo los últimos meses en casa de sus padres antes de dar el salto a Madrid. "Me lo tomé como unas vacaciones y lo he disfrutado mucho. Me sentí un privilegiado, porque tengo jardín y pude aprovechar el buen tiempo, mantener la forma y seguir entrenando. Además, me ha servido para reflexionar, hacer cosas diferentes y disfrutar el tiempo que me queda con mis padres", indica.

MESES SIN COMPETIR. Basanta no compite desde comienzos del pasado mes de marzo, días antes de que se decretara el estado de alarma y la suspensión de todas las pruebas colectivas. "Fue un duatlón, que es la modalidad de invierno para los triatletas", recuerda. Pese a todo, no muestra preocupación por el tiempo parado, es más, reconoce tener ganas de competir. "Al principio me los tomaba con calma (los entrenamientos) pero al estar tanto tiempo en casa acabas saliendo con ansia. Ahora estoy muy motivado, he aprovechado muy bien toda esta situación", dice confiado.

Esteban Basanta tiene la oportunidad en Riga de demostrar que es uno de los atletas gallegos con más proyección, no solo dentro de su disciplina, sino en términos globales. Su entrada en la Blume ratifica el potencial de un chico que empezó con nueve años fijándose en sus hermanas, también triatletas, y que casi una década después -y mucho, mucho trabajo- ha confirmado todo lo que se esperaba de él.

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