El subsidio del covid para empleadas de hogar se hace de rogar tras cuatro meses

Trabajo cifra en 20.000 las solicitudes que tienen el "pago ordenado". En Galicia, el sector denuncia que las ayudas, activadas en mayo, no acaban de llegar
Tareas de limpieza en una vivienda. EP
photo_camera Tareas de limpieza en una vivienda. EP

En vigor desde el 5 de mayo, el subsidio extraordinario que el Gobierno habilitó para las personas empleadas de hogar que viesen extinguidos sus contratos o que, de forma temporal, dejasen de prestar servicio total o parcialmente debido a la pandemia comienza a abonarse con cuentagotas. Según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, en el conjunto de España son 32.000 las solicitudes que se están "procesando", de las cuales se ha "reconocido y ordenado el pago" de 20.000.

 El régimen especial de empleados de hogar perdió 22.406 cotizantes desde el inicio de la pandemia en todo el Estado, lo que sitúa el total en 371.459 a cierre de agosto. Pero esta es solo una parte de un colectivo en el que el empleo sumergido sigue pesando mucho. Según la Epa, en el segundo trimestre había 483.000 personas dedicadas al servicio doméstico, 93.000 que entre enero y marzo. 

Desde la Asociación de Empregadas de Fogar Xiara, su portavoz, Teresa Vilaseco, alerta de que "non se están recibindo estas axudas" concebidas para paliar la situación de un gremio —mayoritariamente femenino— que no cotiza por el derecho a la prestación por desempleo. "Temos constancia de casos de persoas que presentaron a solicitude o día no que se abriu o prazo e seguen sen cobrar", sostiene la representante de la organización, que lamenta que al contactar con el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) "a resposta é que a Administración non sabe nada porque non ten acceso aos expedientes". 

Esta fue la única de las siete prestaciones extraordinarias de protección por desempleo creadas para hacer frente a la pandemia cuya gestión se ha externalizado

La razón la expone Manuel Galdeano, el coordinador nacional de CSIF en el Sepe, que indica que esta cobertura fue la única de las siete prestaciones extraordinarias de protección por desempleo creadas para hacer frente a la pandemia y cuya gestión se externalizó, contratando a Tragsatec. Galdeano apunta que la encomienda consistió en la elaboración de una aplicación informática para gestionar la prestación en base a datos proporcionados por el Sepe. La tardanza en la activación de esta herramienta derivó en "un retraso significativo en la gestión" del subsidio.  

Sumando a la cartera de servicios ordinarios la gestión de los Erte del Covid y del resto de coberturas creadas exprofeso ante la crisis, el portavoz de CSIF constata que los 7.250 trabajadores del Sepe pasaron a "atender un contingente de 7 millones de desempleados".  

Ante el retraso en el abono de las ayudas, CC.OO. recopila en Galicia la información de profesionales que "aínda están sen resposta" para realizar "as xestións oportunas co Sepe". Según los datos de la central, que eleva por encima de las 32.000 las peticiones, "algo máis do 30%" de los expedientes "están tramitados e cobrados", en tanto que "un 40% está en fase de subsanación por problemas na documentación e o resto está pendente". Una vez aprobada la ayuda, CC.OO. señala que existe la opción de pedir un anticipo a los bancos. 

Las bases de la prestación estipulan que cubre tanto a quien quedó sin empleo tras el 14 de marzo como a quienes vieron reducidas sus horas de trabajo. Siempre que los ingresos no superen el SMI, de 950 euros mensuales, la ayuda —equivalente al 70% de la base reguladora— será compatible con otras actividades. Con todo, quedó vetada a quien cobrase la prestación por incapacidad temporal o disfrutase del permiso retribuido recuperable. Su duración se extendió desde la fecha en que el empleador diese de baja a la empleada o bien redujese o suspendiese su jornada hasta un mes después del fin del estado de alarma.

Perfil. Un sector con rostro de mujer
De los 24.900 cotizantes que tenía el régimen especial de empleados de hogar en julio en Galicia, el 13% tenía nacionalidad extranjera, una ratio elevada teniendo en cuenta que los trabajadores foráneos suponen apenas el 4% de la fuerza de trabajo en la comunidad. Esta actividad está, además, copada por las mujeres, pues en Galicia el 97% de los asalariados dedicados a la limpieza y tareas domésticas son féminas.  
562
Son los varones afiliados a este régimen. 
60%
Es la ratio de cotizantes que superan los 50 años
 

Teresa Vilaseco, portavoz de la Asociación de Empregadas de Fogar Xiara:
"Os coidados de maiores e dependentes cóbrense cada vez máis por esta vía"
Más precariedad y empleo sumergido. Son las huellas que deja la crisis detonada por la pandemia en el gremio. Así lo resume Teresa Vilaseco, la portavoz de la Asociación de Empregadas de Fogar Xiara, un colectivo que reivindica un refuerzo de la protección laboral y que ve perentorio abordar el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo, por lo que exige que España ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo al empleo doméstico. Y es que este sector sigue siendo el único que carece de esta 
protección social. 
Teresa Vilaseco, portavoz de la Asociación Xiara.EP
Además de constatar el retraso en el abono del subsidio extraordinario instaurado para paliar los efectos del covid, Vilaseco señala que, si bien es cierto que la oferta laboral se está reactivando, "trátase de emprego máis precario que antes, pois co coronavirus semella que todo vale". Fruto de la "necesidade" de ingresos y de la picaresca de algunos empleadores, que prefieren ahorrarse las cotizaciones, la recesión se ha convertido de nuevo en un caldo de cultivo para la economía sumergida. 

"Hai máis xente que ten necesidade e tamén aumenta a demanda. Pero agora, por poñer un exemplo, hai quen ofrece seis euros a hora e se ti o rexeitas haberá máis xente disposta aínda que sexa por menos. Ante esta realidade e a falta de axudas, búscanse desesperadamente máis casas nas que traballar", relata la representante de Xiara, que asesora tanto a trabajadores como a empleadores.

Después de trasladar en reiteradas ocasiones sus demandas al Sepe y otros organismos, la asociación, que sopesa emprender movilizaciones para visibilizar la situación, apunta, además, que ante "a falta de prazas en residencias públicas", la "carestía" de las privadas y las limitaciones de la ayuda a domicilio que brindan las administraciones durante unas horas al día, "os coidados" de mayores y dependientes "cóbrense cada vez máis" con el trabajo doméstico "en precario".

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