Strahinja Gavrilovic: "La afición quiere que ganemos; debe ser una motivación adicional"

Hace algo más de un mes que el jugador serbio Strahinja Gavrilovic debutó con el Leche Río Breogán. Llegó con un contrato temporal, que finaliza este mes, para paliar las bajas. En los seis partidos que ha jugado se ha convertido en uno de los jugadores más regulares del equipo
Gavrilovic atrapa un rebote en el partido ante el Marín Peixegalego. XESÚS PONTE
photo_camera Gavrilovic atrapa un rebote en el partido ante el Marín Peixegalego. XESÚS PONTE

PROCEDE DEL PARTIZÁN, un club histórico europeo y de una ciudad, Belgrado, donde el baloncesto se vive con especial intensidad y veneración. Obviamente, a Gavrilovic no le impresiona jugar en Lugo, al contrario, lo disfruta y por lo tanto su objetivo inmediato es conseguir la renovación del contrato que le une al Leche Río Breogán.

El pasado domingo ante el Mallorca realizó su mejor partido con el Breogán. ¿Se encuentra ya plenamente adaptado al equipo?
Cuando llegué necesitaba algo de tiempo para adaptarme al equipo, a una nueva competición y para conocer a los compañeros. Ahora mismo me siento cómodo y totalmente adaptado al equipo y es que los compañeros me ayudaron a hacerlo. Creo que formamos un gran grupo de personas con mucho potencial. De mi actuación en Mallorca, es evidente que cuando pierdes no importa cómo juegas, solo quieres concentrarte y no repetir errores. Mi objetivo es ayudar al equipo a ganar el máximo número de partidos posible.

Usted no conocía prácticamente nada del Breogán cuando llegó, ¿qué le parece el equipo y la competición en la que juegan?
Sabía que varios buenos jugadores serbios habían jugado aquí y que el Breogán es un equipo con una gran historia en el baloncesto español. La LEB Oro es una Liga realmente buena, con buenos equipos que aspiran al ascenso a la ACB, como nosotros. Los objetivos en un club como el Breogán tienen que ser siempre exigentes.

¿Se encuentra a gusto en el equipo y en la ciudad?
Ya dije que el equipo me recibió muy bien y esto siempre se agradece. Todos fueron muy amables conmigo y, además, estoy contento con el papel que tengo dentro del equipo. Cuando llegué traté de aportar agresividad y dureza porque siempre pretendo aportar lo que me pide el entrenador. Es mi trabajo.

"Lo de Luis es el apodo que tenía mi padre, que también fue jugador profesional. Yo lo llevo orgullo"

En alguna ocasión se ha comentado que en Lugo algunos jugadores acusan de un exceso de presión. Viniendo de un equipo como el Partizán, esto le sonará raro...
Es cierto que vengo de un entorno donde hay presión al máximo nivel. En los partidos que jugamos en casa, vienen aficionados para empujarnos y ayudarnos a ganar. Esas personas quieren ver ganar al Breogán y tenemos que usar esto como una motivación adicional. Me encanta jugar en el Pazo y Lugo es una ciudad de baloncesto de verdad.

Por lo que dice, entiendo que usted estaría dispuesto a seguir en el equipo lucense hasta el final de temporada. ¿Es así?
Como he dicho ahora mismo estoy en un gran equipo, con un gran potencial y, además, con objetivos ambiciosos. Para mí, Lugo es un muy buen sitio para trabajar con muy buen ambiente y rodeado de grandes personas.

Volviendo a la derrota de su equipo en la pasada jornada. ¿Cuáles fueron las causas para no conseguir el objetivo en un partido importante?
Pienso que empezamos el partido un poco lentos, sin ritmo. También les dejamos lanzar muchos triples abiertos porque tuvimos malas rotaciones para llegar a las ayudas en defensa. Cuando se pierde un partido no se mira el rendimiento individual. Debemos mejorar en varios aspectos.

La diferencia de rebotes y la mala defensa parecen dos aspectos que son necesarios mejorar cuanto antes.
Estuvimos en el partido los tres primeros cuartos. Tenemos que estar centrados los 40 minutos. Hay que corregir estos errores porque en otros partidos ya demostramos que podemos ser un buen equipo defensivo.

Y ahora llega el Leyma Coruña, el equipo que les precede en la clasificación.
Cada partido lo jugamos como una final. Tenemos que centrarnos al cien por ciento porque lo único que cuenta es ganar.

Una curiosidad, ¿por qué le apodan Luis?
Era el apodo de mi padre, que también fue jugador profesional. Cuando empecé a jugar a los entrenadores les era más fácil llamarme Luis y es algo que llevo con orgullo.

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