Opinión

El segundo hijo de Dios

Los ‘canastos’ me interesan tanto como la cría de mejillón tigre en bateas a 1,3 millas de la costa de Nigrán, pero me ha dado por ver el documental ‘The Last Dance’ porque era sobre la vida de Michael Jordan (hasta yo había oído hablar de él), y nunca había entendido esa mitificación. Pero una vez vista la serie lo he comprendido. Ahora entiendo por qué le llaman el hermano de Jesús, el segundo hijo que Dios ha enviado a la Tierra. A pesar de su talento innato fue su capacidad de sacrificio y de superación lo que le hizo tan grande. Eso de «lo importante es participar» no cabía en su mentalidad. Ni un intento de envenenamiento con pizza pudo evitar que alcanzara su objetivo: ganar, ganar y volver a ganar.

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