El PP de Lugo cae a mínimos históricos y nunca antes vio su hegemonía tan amenazada

Los populares perdieron más votos en las elecciones de 2004, las celebradas tras el 11-M, pero jamás teniendo al PSOE tan cerca

Representantes del PP lucense, el domingo. XESÚS PONTE
photo_camera Representantes del PP lucense, el domingo. XESÚS PONTE

El revés del PP en Lugo en las recientes elecciones generales no está tan relacionado con la pérdida de votos -muy acusada, pero no la peor de su historia- sino con un respaldo que llega a mínimos históricos y con la cercanía del PSOE. Jamás antes los populares habían tenido a los socialistas respirándoles en la nuca de esta manera, a menos de mil votos de distancia y tan próximos a arrebatarles su hegemonía.

Lugo es, efectivamente, una de las cuatro provincias españolas en las que el PP sigue siendo la fuerza más votada (junto con Ourense, el otro granero de voto popular en Galicia y Salamanca y Ávila) y la única en la que conserva idéntica su representación. Pero, al mismo tiempo, estrena el menor de sus apoyos en toda la historia de la democracia en un territorio que, como le gusta repetir a todos los políticos populares y que es un lema clásico mitin tras mitin, nunca falla. O nunca fallaba, más bien.

HistóricoLa historia del PP en la provincia es la de una conquista creciente y mantenida en el tiempo, que se interrumpió por primera vez en este siglo y que siempre ha demostrado capacidad de remontar. La del PSOE, por su parte, es la de una que da bandazos y que se comporta de forma impredecible.

Los populares inauguraron la Transición siendo la primera fuerza en Lugo y empezaron a crecer de forma constante en los 80. Los años de gloria fueron los 90. En las generales de 1993, con un censo electoral de 325.674 personas, el PP consigue pasar por primera vez en la provincia de los 100.000 votos. Para las del 2000 logra su techo histórico en unas generales: 134.168, casi el 58% de todo el voto en juego.

El primer bajón de lo que parecía un incremento constante llegó en la siguiente cita, las primeras elecciones de 2004 que ganó Zapatero. Fueron aquellos los comicios celebrados tras el 11-M, cuando el Gobierno de Aznar se empeñó en mantener hasta el final en una intervención de Eta en los atentados en la que nadie creía. Los populares de Lugo perdieron más de 10.000 votos, mientras el PSOE ganaba casi 40.000. Con todo, seguía manteniendo casi el 50% del voto. El descenso se reprodujo en la siguiente convocatoria, pero para el 2011 ya se había recuperado.

Aunque la del domingo fue seria, en realidad, la mayor bajada de votos le llegó al PP en las generales de 2015, que ganó Mariano Rajoy. En ese momento perdieron casi 35.000 votos, un descenso enorme que se vio frenado por el hecho de que enfrente tenía a un PSOE en horas bajas, que también había bajado en apoyos.

Después de coger aire de nuevo en el 2016, el PP se vio ahora dentro de la ola perfecta: fragmentación del voto de la derecha, mensaje alejado de todo centrismo, un líder que no convence ni a muchos de los suyos y un PSOE centrado en la campaña preventiva de evitar a la ultraderecha y a todos sus facilitadores.

La presidenta del PP lucense, Elena Candia, volvió a redundar este lunes en el mismo mensaje del domingo: que Lugo "resiste la bajada que vivieron otras provincias de España" y que superó en 17 puntos el resultado a nivel nacional y en seis al gallego. Bien es cierto que aquí tenía el techo más alto y cae, por tanto, desde más arriba.

Representantes socialistas. XESÚS PONTEPor su parte, el voto del PSOE en Lugo es más difícil de desentrañar. El repaso a la evolución histórico habla de escasa constancia y de constantes subidas y bajadas. El momento álgido fue en las segundas elecciones de Zapatero, en 2008, único momento en el que pasó de los 100.000 votos y del 40% de los respaldos emitidos.

Ahora se encuentra cerca de los 66.000, una cifra que ya había logrado antes y varias veces, además, pero que se ha convertido en un hito porque coloca al PSOE a menos de un punto de distancia del PP. A diferencia de otras zonas donde partidos más recientes tienen mucho más tirón, en Lugo, populares y socialistas siguen sumando más de la mitad del conjunto del voto.

PARTICIPACIÓN. La participación, uno de los datos más destacados en las elecciones de este domingo, fue alta en la provincia de Lugo (72,65%), pero muy parecida a la obtenida en comicios anteriores. En 1996, el año en el que Aznar llegó al Gobierno fue del 72,07% y en las dos convocatorias en las que ganó Zapatero pasó también del 72%.

En la Transición el censo electoral de Lugo pasaba por poco de los 300.000. Creció de forma constante hasta 2011, cuando superó los 350.000.

El voto en blanco, entre tanto, se mantiene entre las 2.000 y 3.000 papeletas.

La zona rural y el casco histórico, bastiones populares del concello
La brecha entre PP y PSOE se acercó en la provincia, pero se alejó muchísimo en el municipio, a favor de los socialistas. De las 123 mesas electorales del municipio de Lugo, solo en 25 los populares recabaron más votos. El repaso demuestra que siguen fuertes en la zona rural y en el casco histórico.

mesasSi el PP 'pesca' votos fundamentalmente de esas zonas y el PSOE reparte sus capturas por todo el concello, ¿dónde consiguen más apoyos el resto de partidos?

Podemos-Eu-Mareas en Común- Equo superó el centenar de votos en una mesa de As Mercedes, en otra de Veterinaria y en dos de la zona de Albeiros. Pese a estar a otro lado del espectro, coincide el reparto con Ciudadanos, que también logró buenos resultados en Veterinaria, As Mercedes y Albeiros, además de Fingoi.

El BNG reunió en la ciudad 2.536 votos repartidísimos y En Marea no llegó en ninguna mesa a las dos decenas y en gran parte de ellas ni siquiera a los dos dígitos, nada que ver con las anteriores elecciones generales.

Vox no ganó en ninguna zona pero se hizo con más de mil votos por encima de los nacionalistas a fuerza de captar apoyos en todas las mesas salvo en una. La de Poutomillos fue la única de todo el municipio en la que la formación de ultraderecha no logró ni un voto. También es, junto a otra de Manuel Mallo, la única que no emitió ni una sola papeleta en favor de En Marea.

Con independencia de los resultados en la ciudad, los distintos candidatos a las elecciones municipales se declararon ya con la mirada puesta en el 26M. "Esperamos sacar unos buenos resultados porque los ciudadanos han demostrado que perciben la existencia de diferentes formas de gobernar y de hacer oposición", aseguró la socialista Lara Méndez, que también admitió que en ningún caso "se pueden extrapolar los resultados de las generales a las municipales".

Por su parte, el candidato del PP, Ramón Carballo, aseguró que trabaja ya para "recuperar o apoio dos lucenses que nestes últimos comicios non respaldaron a opción do Partido Popular". A su juicio, los resultados deben servir de acicate para "traballar, ainda máis duro se cabe, e achegar a nosa mensaxe aos cidadáns". El cabeza de lista aseguró que, a partir de hoy mismo, intentará "dar a volta" a esos números.

La lectura que hizo la cabeza de lista de Ciudadanos, Olga Louzao, fue positiva, apreciando que el incremento "dun 45% dos apoios a Ciudadanos este domingo na cidade de Lugo como o presaxio dun gran resultado nas vindeiras eleccións municipais".

Está convencida de que la formación naranja será "a forza política determinante nos próximos anos" y aseguró que tiene "un equipo preparado para tomar as riendas da cidade".

 

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