Un padre lucense asegura que se encuentra "totalmente desesperado" desde que la Xunta de Galicia le comunicó que le retiraba la custodia de sus dos hijos, de 11 y 15 años. En la resolución que le entregaron hace unos meses, la administración autonómica alegaba que los menores estaban "inmersos en un contexto de estrés crónico que limita su bienestar y su desarrollo" y le daba de plazo hasta el 12 de octubre para entregarlos.
El progenitor recurrió la resolución, pero recientemente le comunicaron que no se paralizaba el proceso y le dan un nuevo plazo, hasta el próximo martes, día 17, para que entregue a los niños en la sede administrativa de la Xunta. "Voy a volver a recurrir y no pienso separarme de mis hijos. Están bien atendidos y cuidados. Estudian, hacen deporte y reciben mucho cariño. No les falta de nada y solo pido que hablen con ellos antes de quitármelos. Ya son mayores y pueden explicar perfectamente cómo viven. Es increíble que nadie se interese por lo que quieren ellos", dice.
La Xunta reconoce que el pasado 18 de septiembre, los técnicos hablaron con los menores y les explicaron que podrían ingresar en un centro, pero los niños dijeron que querían seguir viviendo con su padre. Aun así, la administración autonómica considera que el hombre se encuentra "inestable" a nivel emocional y "no acepta sus limitaciones para mantener una organización familiar", por lo que declaró a los dos niños en desamparo.
"No están desamparados y todo esto es una locura. Nadie les preguntó a los niños si comen, si se sienten queridos o si son felices; solo les dijeron que a lo mejor se tenían que ir a un centro. Ahora lloran abrazados a mí y dicen que no se van a marchar. Tienen que escucharlos porque yo no los pienso entregar", concluye.