Persigue a su novia por la A-6 e intenta atropellar a varios guardias

El joven siguió a su pareja a gran velocidad desde Baralla y se fugó de los agentes en O Corgo, hasta que Policía Nacional y Guardia Civil lo detuvieron  en O Ceao. Está acusado de varios delitos contra la seguridad vial y por violencia de género

El conductor fue arrestado en la Avenida Benigno Rivera, en el polígono de O Ceao. SEBAS SENANDE
photo_camera El conductor fue arrestado en la Avenida Benigno Rivera, en el polígono de O Ceao. SEBAS SENANDE

LUGO. Un lucense de 26 años protagonizó durante la madrugada de este jueves una peligrosa persecución por la A-6 que estuvo a punto de acabar en tragedia. El chico siguió a su novia a gran velocidad, intentó atropellar a varios agentes en un control de Tráfico en O Corgo y cometió todo tipo de infracciones al volante, hasta que fue detenido en Lugo.

Tanto la pareja del chico como los guardias resultaron ilesos, pero la conducta del joven movilizó a numerosos efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil y provocó momentos de gran tensión.

El acusado se puso al volante de su turismo y comenzó a perseguir a su novia por la A-6, supuestamente desde la zona de Baralla. El joven realizó varias maniobras peligrosas y varios agentes le dieron el alto en un control de Tráfico instalado en la autovía, a la altura del municipio de O Corgo. Sin embargo, el conductor no se detuvo, sino todo lo contrario. El chico pisó el acelerador e intentó atropellar a varios agentes, que lograron esquivarlo.

Al ver que no se detenía, los agentes del subsector de Tráfico comenzaron a perseguirlo y solicitaron refuerzos a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad, por lo que Policía Nacional y Benemérita establecieron un dispositivo conjunto en O Ceao. El joven circuló a gran velocidad por el polígono y finalmente lograron cercarlo en la Avenida Benigno Rivera, en la rotonda próxima a las instalaciones de la empresa Leche Río.

En cuanto detuvo el vehículo, los agentes le pidieron que se bajara del coche, pero en un primer momento el chico se negó y se encaró con ellos, aunque finalmente accedió. Los guardias solicitaron además la presencia de la Policía Local para someter al conductor a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado positivo.

La Policía detuvo al joven y lo trasladó a la comisaría, donde también compareció su novia, que no quiso denunciarlo. Sin embargo, los padres de la chica decidieron interponer la denuncia, ya que presuntamente no sería la primera vez que la joven sufre maltrato por parte de su novio. El joven fue imputado por varios delitos contra la seguridad vial, atentado y violencia de género.

ENCIERRO. Otro lucense fue condenado el jueves a realizar trabajos en beneficio de la comunidad 110 días y a seguir un curso de reeducación para maltratadores por insultar a su mujer y encerrarla en casa durante varias horas al sospechar que era infiel. El acusado reconoció los hechos y aceptó una condena de 15 meses de prisión, que no tendrá que cumplir si realizar los trabajos y el curso y si cumple la orden de alejamiento de la víctima durante cinco años.

El hombre mantuvo una relación de 19 años con la víctima, de los que doce estuvieron casados. Durante todo ese tiempo, la "insultaba y menospreciaba", le llamaba "burra" y le decía a menudo que "no hacía nada". Además, mostraba una conducta "extremadamente celosa" hacia ella, le revisaba el móvil y se celaba de sus compañeros de trabajo.

En una ocasión, discutió con su esposa porque sospechaba que le podía ser infiel. El acusado se alteró tanto que le prohibió salir de casa y no la dejó ir a trabajar, ni tan siquiera avisar de que faltaría al trabajo. El hombre cerró la puerta del piso con llave y tuvo a la víctima retenida durante al menos cuatro horas. Finalmente, la mujer aprovechó que el acusado estaba en el baño y cogió las llaves para salir del piso con su hijo. Sin embargo, él la sorprendió cuando estaba en la puerta y forcejeó con ella. En otra ocasión, el acusado le dijo por el telefonillo: "Voy a reventar el portal, ya arranqué el timbre y el buzón. Voy a reventar el portal si no bajas con el niño".

El fiscal acusó al hombre de dos delitos de maltrato, uno de coacciones y otro de amenazas, por los que solicitaba inicialmente una condena de cuatro años de cárcel y ocho de alejamiento. Finalmente, el acusado reconoció los hechos y las partes llegaron a un acuerdo.

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