Opinión

Pecado capital

SOBERBIA: "Sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo". Esa fue la tumba política de Albert Rivera, según el profesor, periodista y escritor barcelonés Xavier Pericay, uno de los fundadores de Ciudadanos. Y no parece tratarse de una opinión personal, sino que es una impresión general, compartida por varios exdirigentes de la formación naranja —algunos confesaron que ni siquiera les hizo una llamada de despedida o les levantó el teléfono— e incluso por muchos de los que fueron sus rivales en la tribuna de oradores. Rivera tenía muchas virtudes para triunfar en la vida pública, pero el séptimo de los pecados capitales acabó anulándolas todas. Ni escuchaba ni se dejaba aconsejar. Solo su guardia pretoriana —Villegas, De Páramo, Hervías...— tenían acceso al amado líder, a quien "la soberbia acompañó hasta el final", en palabras del propio Pericay. 

Un mal que aqueja a muchos 

"La soberbia te hará sentir fuerte un instante y la humildad te hará grande toda la vida". Debería ser el aforismo de cabecera para muchos políticos, que al tocar poder se endiosan. Aunque lo parezca, el de Rivera no es un caso único. Ni mucho menos.

Comentarios