Opinión

Pasarse

EL MINISTRO de Justicia ha sido pillado por un micrófono abierto (cosa, por cierto, más antigua que el hilo negro). El ministro de Justicia, media cara reglamentariamente tapada por una mascarilla, escuchó el sonoro "Viva el rey" que lanzaron los nuevos jueces, y dijo a su vecino Carlos Lesmes (a quien la mascarilla cubría a su vez la vergüenza por el trágala del Gobierno) que "se habían pasado tres montañas". Dejando de lado lo viejuno de la frase, resulta preocupante que en una monarquía parlamentaria un ministro del Gobierno considere que es pasarse lanzar vivas al Rey. No sé, pasarse sería gritar viva el vino, viva la noche, viva la vida loca, viva la madre que me parió. Pero el grito de ‘Viva el Rey’ debería ser parte de lo habitual, más aún cuando de él emana el poder judicial y se le ha prohibido asistir a un festejo. Lo del viernes no tiene un pase: primero, decir al Rey que no participe de un acto que siempre ha contado con su presencia; después, pretender disfrazar la chapuza con razones de seguridad, que ya tiene que funcionar mal el tinglado de Marlaska si no es capaz de garantizar la integridad real teniendo de mano a la Policía y a la Guardia Civil. Y luego, el ministro molesto porque los jóvenes jueces se ponen farrucos y ovacionan al jefe del Estado. Da miedo pensar a dónde vamos. Da miedo pensar a dónde quiere llevarse a un país en el que gritar Viva el Rey es pasarse, en el que invocar la figura de un soberano ejemplar como Felipe VI es un acto transgresor y casi chulesco. No tengo palabras para calificar el comportamiento del Gobierno, ni tampoco del ministro de Justicia, cobardón y doliente, que no solo humilla al Rey, sino que además se queja de que se le rebele el personal. Me permito dar un consejo al titular de Justicia: la próxima vez que vaya a decir una babosada, asegúrese al menos de que no hay un micro cerca, que es lo que les suplicaban a las folklóricas cada vez que se enfadaban con el reprePasarse sentante.

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