Innovar desde lo más clásico

El CIFP Politécnico alberga dos miniempresas en las que los alumnos desarrollan proyectos de emprendimento rompedores. Son Madalú Longboard y Electrocetín, que hacen tablas para patinar o calcetines con luces para niños pequeños.

Los jóvenes emprendedores de la miniempresa de carpintería Madalú Longboard. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Los jóvenes emprendedores de la miniempresa de carpintería Madalú Longboard. VICTORIA RODRÍGUEZ

TODO EMPEZÓ como una práctica de clase, pero rápidamente los alumnos del Politécnico se implicaron de lleno en sus proyectos empresariales. Los estudiantes presentaron la semana pasada sus proyectos Madalú Longboard y Electrocetín en el encuentro FP Innova en Santiago de Compostela, donde comprobaron que sus iniciativas eran más que viables.

La idea de construir tablas para patinar surgió de uno de los profesores del FP Medio de Carpintería. Ninguno de los alumnos participantes en el proyecto se había subido antes sobre una.

"Yo quería empezar, así que aproveché", confiesa Xabier Álvarez, uno de los cinco componentes de Madalú Longboard junto a Jesús Gayoso, Juan Manuel Candal, Iván Pérez y Javier Besteiro. La iniciativa comenzó en septiembre cuando tuvieron que iniciar todos los preparativos para comprobar la viabilidad de la compañía. No fue hasta hace un mes cuando se pusieron a construir modelos.

La empresa se basa en encargos que realizan los consumidores. Los alumnos ofrecen una tabla artesanal hecha con maderas nobles gallegas además de un diseño para personalizar la tabla con un escudo, nombre o logo. El cliente puede pedir uno de los dibujos dentro del catálogo o hacer su propia propuesta. Los precios van desde los 89 euros hasta los 130 en función de las características que desee el consumidor.

Los alumnos emplean una máquina de control numérico (CNC) para personalizar sus trabajos de carpintería. "Ves que no todo son muebles", comenta Jesús Gayoso, que se muestra muy contento con las posibilidades de la iniciativa.

La semana pasada descubrieron que su proyecto despertaba el interés de muchos de los visitantes del FP Innova. Este hecho fue una prueba más de las posibilidades que tendría la empresa si se lanzase de verdad al mercado. Los alumnos estudian de momento si continuar el proyecto una vez terminen este año sus estudios.

"Vieron que había oportunidades", explica la profesora de Empresa, Carmen Casal. La docente reconoce que las miniempresas de carpintería suelen tener muy buena recepción y existe una demanda cada vez mayor de jóvenes con perfiles como los de Madalú Longboard.

El sector se encuentra en un proceso de tecnificación en el que las tecnologías de diseño 3D y procesos como el CNC son muy cotizados. "Proyectos así son importantes para que vean que la carpintería está de moda y da para mucho", resume Casal.

El proyecto también ha servido para descubrir nuevos talentos. Jesús Álvarez espera entrar el año que viene en el ciclo superior de Grabado porque ha descubierto que es lo que más le gusta hacer. Para otros como Gayoso es una forma de animarlos a continuar su formación en carpintería.

Los chicos de Electrocetín muestran sus creaciones. VICTORIA RODRÍGUEZPROYECTOS PARA MOTIVAR. El mismísimo presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se paró la semana pasada para descubrir el proyecto Electrocetín que desarrollan los alumnos de FP Básico del Politécnico. Los chicos, estudiantes del primer año de Electricidad, llevan meses creando unos calcetines con luces Led dirigidos a niños pequeños. "Nos pidió que hiciésemos uno para su hijo", recuerda la alumna Imane Naakoupi.

El presidente tendrá que esperar hasta que su hijo cumpla los tres años porque la miniempresa no trabaja tallas más pequeñas. La idea de Electrocetín surgió de la encargada de Empredimiento, Isabel García, que veía cómo muchos padres tenían problemas para que sus hijos se pusiesen calcetines en casa.

Ha sido un proceso constante de innovación y desarrollo. Los muchachos se pasaron meses mejorando los primeros prototipos para crear un calcetín que se encendiese solo con el movimiento.

También tuvieron que improvisar sus propios sensores para adaptarlos a la pisada de un niño pequeño y buscar los mejores Leds. Ya han llegado a un punto en el que los calcetines son cómodos y pueden incluso meterse en la lavadora. El proyecto les ha ayudado a aprender habilidades laborales como presupuestos.

Desde el principio los alumnos se implicaron de lleno en el proyecto pasando muchas de sus horas extraescolares en el centro. "É moi importante porque ves un cambio en eles", observa el profesor Alejandro Fernández, que confía en que el proyecto continúe el año que viene. Resulta fundamental, ya que muchos estudiantes de FP Básica, una opción algo impuesta para ellos, suelen entrar con poca motivación.

Todos los alumnos están muy satisfechos con el trabajo realizado hasta ahora y reconocen el cambio de perspectiva respecto al FP. "Engancha", comenta José Roca, que ya sabe que intentará estudiar el ciclo medio de Electrónica. Los muchachos trabajan ahora en ofrecer un servicio de electrificación de calcetines, para dar un trabajo más personalizado.