El Hula inicia un plan contra la resistencia a antibióticos en residencias geriátricas

El 50% de pacientes hospitalizados recibe uno de esos fármacos y, de ellos, la mitad o no lo precisa o le convendría otro ►Durante seis meses un especialista de Infecciosas trabajará con los geriatras para afinar el uso de esos tratamientos
Antonio Fernández, Rocío Malfeito, Ramón Ares, Juan Corredoira y Rafael Monte. XESÚS PONTE
photo_camera Antonio Fernández, Rocío Malfeito, Ramón Ares, Juan Corredoira y Rafael Monte. XESÚS PONTE

El Hula acaba de poner en marcha un programa para reducir las resistencias a antibióticos que se centrará en los pacientes a los que más se prescriben estos fármacos y que, por tanto, son más susceptibles de desarrollar y transmitir bacterias resistentes: los ancianos que viven en residencias de la tercera edad.

Se calcula que el 50% de los pacientes ingresados en cualquier hospital español, también el Hula, reciben un tratamiento antibiótico durante su hospitalización. De esos, en la mitad de casos podrían optimizarse; es decir, o no necesitarían un antibiótico o les convendría más otro distinto. Los mayores residentes en geriátricos ingresan con frecuencia y son tratados con estos medicamentos durante largo tiempo, más que los habituales siete o diez días. "El problema es que, a menudo, a estos pacientes se les administra de forma continuada, a lo largo de un mes, porque presentan febrícula y se asume que tienen una infección", explica Rocío Malfeito, geriatra del Hula que lidera el programa de pacientes sociosanitarios, un plan mediante el que su servicio hace un seguimiento continuado de los residentes de cuatro centros de la provincia –As Gándaras, Castro de Rei, Outeiro de Rei y Láncara– y gracias al que se ha conseguido reducir hospitalizaciones y visitas a Urgencias.

Aprovechando ese trabajo ya en marcha, el programa contra resistencias bacterianas se iniciará en esos mismos centros. Se trata de un plan de "formación bidireccional" –según la definición de Antonio Fernández, responsable de gestión de procesos– entre la unidad de Enfermedades Infecciosas y el servicio de Geriatría. El especialista de infecciosas Juan Corredoira estará completamente dedicado a él durante, al menos, los próximos seis meses, mostrando a los geriatras el mejor uso de los antibióticos en cada caso en concreto y de forma práctica. A su vez, los geriatras compartirán con él las dificultades en su prescripción, como la imposibilidad de hacer un cultivo en algún momento determinado de la semana y la necesidad de utilizar un antibiótico sin esperar a hacerlo, por ejemplo.

Bacterias. Casos puntuales sin arsenal
Las bacterias multirresistentes aparecen por el abuso de antibióticos o por el uso de los de amplio espectro cuando se debería utilizar el específico para determinada bacteria.

Un paciente puede infectarse de una de ellas tras tomar un antibiótico o, sin tener contacto alguno con él, al ser contagiado por otro paciente portador.

En algunos casos puede ocurrir que se carezca de alternativas de medicación, que ya no quede un antibiótico efectivo. "Son casos muy puntuales", admite el doctor Corrredoira.

Viejas opciones
La escasez de arsenal terapéutico ha provocado que se vuelva a recurrir en algunos casos a antibióticos que llevaban décadas desechados por su toxicidad.


El objetivo es mejorar el uso de ese tipo de fármacos, no solo reduciendo la tasa de prescripción sino también afinando más cuál es el que conviene utilizar en determinado momento, por cuánto tiempo y cuándo cambiarlo. "Lo que persigue es seguir curando lo mismo pero con menos efectos secundarios", explica el doctor Fernández.

Los resultados se irán midiendo cada poco tiempo para observar parámetros como la tasa de mortalidad, de infección, de ingresos hospitalarios o de visitas a Urgencias. La auditoría constante de esos datos permitirá hacer correcciones o modificaciones sobre la marcha. Al mismo tiempo, antes del verano se hará una revisión exhaustiva para observar la evolución durante esos primeros seis meses.

El plan cuenta con la implicación de varios servicios. Además de la Unidad de Infecciosas y de Geriatría, también participan Farmacia Hospitalaria y Microbiología, además del equipo de gerencia del Hula. "El objetivo es hacer un mejor seguimiento del paciente, ofrecerle una mejor asistencia y seguridad sanitaria", explicó el gerente, Ramón Ares.

Por su parte, el director asistencial del área, Rafael Monte, recordó que el programa cuenta con el respaldo de los diferentes equipos de las cuatro residencias implicadas, ya que recientemente sus gerentes, médicos y enfermeras acudieron a una reunión en el Hula para conocer los pormenores y mostraron su apoyo. Ellos también conocerán, de mano del doctor Corredoira y la doctora Malfeito, cuál es el mejor uso de los antibióticos, así como lo harán también aquellos centros de salud que dan cobertura a los residentes de esos geriátricos.

Finalmente, el programa se extenderá también a Urgencias, un servicio al que también recurren muchos pacientes ancianos y frágiles. En ese caso, los profesionales del servicio, que se enfrentan a situaciones en las que tienen que tomar una decisión rápida y dar una respuesta efectiva a infecciones, serán formados de cuándo es mejor prescribir un antibiótico y cuándo prescindir de hacerlo y también de cuál es el más adecuado.

Además de los facultativos ya mencionados en la puesta en marcha del plan también intervino el que fue director de procesos asistenciales del Hula y ahora ocupa ese puesto en el hospital de Vigo, Alfredo Silva.

PROA. Se extenderá a nuevos centros
El plan del Hula se enmarca dentro de la iniciativa PROA (Programa de Optimización de Uso de Antibióticos), del Ministerio de Sanidad.

El objetivo de PROA es conseguir mejorar el uso de estos fármacos para controlar la aparición de resistencias y garantizar el uso de tratamientos costoefectivos.

El área sanitaria de Lugo ha elegido inicialmente centrarse en los pacientes ancianos pluripatológicos porque el plan supone un eslabón más de su estrategia de la cronicidad. Se comenzará por cuatro residencias pero el objetivo es que en el futuro, si se demuestra eficaz, pueda extenderse a otras y a los centros de salud, ya que el 80% de antibióticos se prescriben en Primaria.

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