Un hombre frena un ataque machista de un chico que agarraba a su ex del cuello

Se abalanzó sobre su exnovia en Bispo Aguirre. "Corrí a ayudarla porque podría ser mi hija; no entiendo que la gente mirara sin hacer nada", dijo

La agresión tuvo lugar en la rúa Bispo Aguirre. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera La agresión tuvo lugar en la rúa Bispo Aguirre. VICTORIA RODRÍGUEZ

Un viandante logró frenar este martes un ataque machista en plena calle y forcejeó con el agresor hasta conseguir que se alejara de la víctima, a la que tenía agarrada por el cuello. El suceso se produjo alrededor de la una del mediodía en la Rúa Bispo Aguirre, cuando la calle se encontraba atestada de gente, una circunstancia que no detuvo al agresor.

Según explicaron algunos testigos, el joven estaba sentado en la terraza de un establecimiento, "tomando una cerveza con unos amigos", y de repente se levantó y se acercó rápidamente a una chica que caminaba en dirección a Ramón Ferreiro. "Ella pasaba tranquilamente con una amiga y ni tan siquiera miró hacia las terrazas, pero el chico se le puso delante y ella se quedó completamente paralizada, sin reaccionar", señalaron.

El joven empezó a gritarle: "de aquí no pasas", "de aquí no te mueves", al mismo tiempo que apoyaba su frente en la cabeza de la chica de forma intimidatoria. Acto seguido, según los testigos, le arrancó dos pulseras, le tiró del pelo, la empujó y la agarró del cuello.

Fue en ese momento cuando un hombre que presenció la escena intervino en la agresión. "Cuando vi que el chico la agarraba y la empujaba contra un portal, llamé inmediatamente a la Policía y corrí a ayudarla. Al principio el agresor se rebotó y me levantó la mano, pero le grité que se estuviera quieto hasta que llegara la Policía. Después, cuando vio que yo tenía más fuerza, cambió de actitud y empezó a decir: no te inventes películas, que yo no le hice nada".

El hombre retuvo al joven hasta que llegó una patrulla de la Policía Nacional, que procedió a su arresto. "No dudé ni un segundo en intervenir porque este jueves le podría tocar a mi hija. De hecho", comentó el hombre, "no entiendo que la gente se quedara mirando sin hacer nada. Las terrazas estaban llenas de gente y nadie se levantó, pero yo no puedo ver algo así y quedarme con los brazos cruzados".

Los únicos que se acercaron, según el testigo, fueron los amigos del agresor. "Cuando lo agarré me empezaron a decir que lo soltara, que no me metiera en sus asuntos, que eran problemas de pareja. Me parece increíble que chicos tan jóvenes piensen de ese modo y justifiquen este tipo de conductas", lamentó.

La víctima, por el contrario, sí que agradeció su intervención. "Cuando todo se calmó un poco, la chica no paraba de llorar y de darme las gracias. Me contó que tenía 19 años y que hace unos días había roto su relación con el agresor, con el que había llegado a convivir. A mí me parece terrible, ya que al ver lo violento que se puso delante de tanta gente, no me quiero ni imaginar lo que podría llegar a hacerle si estuvieran a solas", dijo.

A pesar de que ningún otro testigo intervino este martes para frenar el ataque, el lucense que ayudó a la chica considera que hizo únicamente "lo mismo que harían muchas otras personas". El hombre tranquilizó a la víctima y antes de marcharse quiso darle un consejo. "Solo le dije: no hace falta que me des las gracias, pero espero que no des ni un paso atrás con este chico, porque está claro que este chico no te quiere; espero que no se te ocurra retirarle la denuncia ni nada parecido". Tras el arresto, el agresor fue trasladado a los calabozos de la comisaría.