Los héroes de la superación

Seis usuarios de la asociación Discamino pasaron por la comarca de Sarria en su peregrinación por el Camino Francés desde Roncesvalles iniciada hace ya varios días y en la que utilizan triciclos tándem
Usuarios de la asociación Discamino, antes de emprender la etapa hasta Portomarín desde Sarria. EP
photo_camera Usuarios de la asociación Discamino, antes de emprender la etapa hasta Portomarín desde Sarria. EP

Las segundas oportunidades en la vida son para coger. Seis usuarios de la asociación Discamino, que realizan el Camino Francés desde Roncesvalles, visitaron la comarca de Sarria en una peregrinación en la que viajan en vehículos especiales. Se trata de triciclos tándem en los que los usuarios están colocados delante y llevan un piloto detrás. Además, no son todos iguales, ya que las circunstancias de cada uno son diferentes, puesto que algunos no disponen de movilidad en todo el cuerpo y otros la tienen solo en la parte superior. El lugar de cada uno tampoco es casualidad. Como en el caso de Germán, la única manera de comunicarse con él era a través de las manos y solo se podía hacer desde la parte de atrás del tándem.

El colectivo también tiene un origen entrañable, que se remonta a 2009. El responsable de Discamino, Javier Pitillas, dice que un joven sordomudo quería realizar el Camino de Santiago, a pesar de las dificultades. Gracias a un triciclo tándem especial, pudieron cumplir ese deseo.

Una vez llegaron al Obradoiro Pitillas pensaba que la historia iba a terminar ahí. Sin embargo, no había hecho nada más que empezar. El joven había disfrutado tanto de la experiencia que pidió que buscasen otros casos en circunstancias similares. Después de anunciarlo a través de las redes sociales, al año siguiente otro muchacho llegó de Colombia para disfrutar del viaje. El interés fue progresivo y actualmente se ocupan de 65 usuarios en la sede de Vigo y se preparan para hacer carreras y maratones.

"Los días que vienen se olvidan de la exclusión social a la que están sometidos en alguna ocasión", comenta Pitillas. También disponen de 35 pilotos que entrenan cuatro días a la semana.

El pasado año realizaron 15 veces el Camino de Santiago y tenían pensado hacerlo otras tantas en este. Sin embargo, la pandemia sanitaria fue de las pocas barreras que les pudo frenar, limitando esa cifra a tan solo cuatro con esta última. Las siguientes programadas son en septiembre y octubre.

Unos mellizos de 21 años procedentes de Salamanca, Francisco y Mercedes Torrecilla, escucharon un simposio de la asociación en su ciudad natal y se quedaron prendados. Acostumbrados a hacer actividades juntos, dijeron: "nos tenemos que apuntar".

Leopoldo Gato, de 49 años, es uno de los pilotos. Antes de esta había realizado el Camino en cuatro ocasiones. Esta es la primera tras una lesión provocada por un ictus. "Cada vez es diferente, las circunstancias que rodean al Camino son especiales", dice.

La historia de los hermanos vigueses Isabel (78) y Arturo (66) Moral es especial. "Después de estar conmigo desde que tenía ocho años, no sé si es mi hijo", comenta una mujer que bate récords casi sin querer. Dos veces mejor marca española de 1.500 en piscina de 25 metros y 3.000 en piscina de 50, para lo que hay que recorrer 60 vueltas, en su modalidad. Todo ello con polio en la pierna derecha y en la que tuvo que soportar 14 operaciones, teniendo que andar con la ayuda de muletas. Sin embargo, cuando se sumerge en el agua desaparece su carácter afable y entra en escena el gen competitivo para "ganar".

La primera vez que tuvo una experiencia con una bicicleta fue hace dos años y medio, cuando querían que su hermano, con síndrome de down, entrara en la asociación. "Sabían que era nadadora y me dijeron que subiera", dice, añadiendo que pensaba que no iban a admitir a su hermano. Ante tal disyuntiva no dudó. Subió y, menos de 36 meses después, viaja pedaleando con una sola pierna desde Roncesvalles. "Me dijeron que era la persona mayor en muletas que hace el Camino".

Iván Bragado, cerca de cumplir los 40 años y de Benavente, es un hombre que busca superarse cada vez, siendo esta la décima que recorre el Camino y la tercera que hace el Francés. Su idilio con la bicicleta es particular. Antes de una lesión que le impide mover la parte inferior, jugó al fútbol en el Benavente de Tercera División. "Rompí la triada y me recomendaron andar en bici, pero no me gustaba nada". Paradojas, ahora es un transporte que necesita tras una lesión que le priva de movilidad en la parte inferior para seguir aprovechando la segunda oportunidad que le brindó la vida.

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