Un acto de vandalismo cometido en las casetas de la playa de A Rapadoira, en Foz, causó un profundo malestar a los arrendatarios de estos trasteros ubicados al fondo del arenal, justo al pie de la carretera general. Los titulares manifestaron que los daños afectaron a cinco casetas, que ayer por la mañana fueron localizadas con las cerraduras de las puertas reventadas y con destrozos del material almacenado en su interior, como hamacas y perchas.
Los afectados acudieron a los socorristas para denunciar la situación en que habían encontrado las casetas y los vigilantes del arenal pasaron el aviso correspondiente a la Policía Local, cuyos agentes señalaban que no habían querido presentar denuncia, aunque que sí expresaron sus quejas al respecto. Se piensa que los hechos pudieron ocurrir en la madrugada del sábado al domingo pasado.
Alguna de las perjudicadas aseguraba en las redes sociales que robaban, pero solo alguno de los afectados echó en falta alguna hamaca, el resto únicamente detectó desperfectos en los enseres guardados en los trasteros de la playa emblemática playa focense, por los que afirma que "pagamos el triple que otros años". Añadía la desesperación que sentía y que todos los años pasaba lo mismo.
Los afectados aseguran que cada verano sufren hurtos y destrozo de mobiliario en las casetas
La misma usuaria manifestaba su intención de no continuar alquilando el trastero, donde asevera que ya sufrió otros actos vandálicos con anterioridad. En concreto, refería que "hace dos años forzaron y robaron, esta vez solo fue por el mero hecho de destrozar". Otra vecina calificaba de "vergüenza" lo ocurrido y relataba que "mean, cagan en las puertas y aceras, y ni limpiar, ni recoger, ni vigilar ni atender, solo cobrar y quitar tras 35 años de antigüedad", opinaba.
SIN VIGILANCIA. Los usuarios de las casetas, que alquilan en la mayoría de los casos por comodidad, puesto que les permite dejar almacenadas las sillas, sombrillas y el resto de material de playa al lado mismo del arenal, solicitan vigilancia en la zona, algo a lo que entienden que tienen derecho porque pagan por el uso de esos espacios. Otra persona lamentaba que lleva diez años esperando a que le toque alguno de esos trasteros y agregaba que "sabemos que incluso se transfieren sin tener constancia el Concello", al que también reprochan falta de control sobre el botellón en la zona.
