El X Irmandamento dos Castroverdes da Península Ibérica, un evento en el que se dan cita durante tres días varios habitantes de tres villas homónimas, ofreció en la jornada de este sábado una exhibición de oficios tradicionales en la parroquia de Tórdea. El acto echa este domingo el cierre tras tres días de celebración.
Las decenas de personas que participaron en esta edición del hermanamiento presenciaron en la parroquia de Tórdea una demostración de oficios tradicionales, con trabajos en piedra y madera por parte de artesanos como un silleiro local.
El evento, organizado por la asociación Amigos do Patrimonio de Castroverde en colaboración con la Diputación y el Concello, reunió por décima ocasión a los habitantes del municipio con los de Castroverde de Campos -en Zamora- y Castro Verde -en Portugal-. Desde tierras zamoranas acudieron diez personas, acompañadas por miembros de la asociación cultural Castrum Viridem. Por parte de la villa portuguesa, hasta Castroverde se desplazaron miembros de la agrupación Cortiçol.
Los asistentes a las jornadas de hermanamiento hicieron una valoración positiva de la experiencia. "Nos hacen sentir como en casa", comentó Maripaz Bousela, de la asociación Castrum Viridem de Castroverde de Campos, para quien "no somos tan distintos como se podría pensar a pesar del idioma, por ejemplo". João Alberto Fragoso, presidente de Cortiçol, se mostró también impresionado con la acogida y el patrimonio del municipio lucense. A pesar de que participaron activamente en los actos de hermanamiento anteriores, esta fue la primera ocasión en la que los lusos viajaron hasta Castroverde.
Por su parte, los anfitriones se mostraron encantados de acoger la décima edición del evento. El presidente de Amigos do Patrimonio de Castroverde, Manuel Muñiz, aclaró que "todo se desenvolveu segundo estaba previsto, de xeito moi satisfactorio". La jornada de este domingo, la última del hermanamiento, comenzará con una salida hasta el nacimiento del río Eo. Los participantes visitarán después la capilla del Carmen y Vilabade, y se despedirán tras una comida en las inmediaciones del recinto eclesiástico.
