La economía española creció un 16,7 % en los meses de verano por la vuelta a la actividad tras unos meses de confinamiento estricto que provocaron una contracción histórica en el segundo trimestre del 17,8 %, según ha adelantado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (Ine).
La demanda nacional (consumo e inversión) aportó 15 puntos del crecimiento trimestral, mientras que la demanda externa (exportaciones e importaciones) contribuyó con 1,7 puntos.
En comparación interanual, no obstante, el PIB cayó un 8,7 % respecto al tercer trimestre de 2019, aunque la tasa es 12,8 puntos inferior a la contracción del 21,5 % del trimestre precedente.
Además, el PIB a precios corrientes era a cierre del tercer trimestre un 7,8 % inferior al de un año antes.
Las horas trabajadas crecieron un 24,7 % en el tercer trimestre, aunque la tasa baja al 16% en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.
En términos interanuales, el empleo cayó un 5,5 %, 12,9 puntos más que en el segundo trimestre, lo que supone la destrucción de 1.012.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
El notable crecimiento del PIB en el tercer trimestre estuvo propiciado por un repunte del consumo de los hogares del 20,7% y un incremento de la inversión empresarial en maquinaria y bienes de equipo del 37,4%, mientras que la inversión en vivienda y construcción aumentó el 16,6%.
Las exportaciones se recuperaron el 34,3%, mientras que las importaciones crecieron el 28,4 %, en línea con el aumento del consumo interno.
Sin embargo, en comparación interanual el consumo privado cayó un 10,4% y la inversión empresarial, un 11,4%.
También comparado con un año antes las exportaciones bajaron un 17 % y el gasto de los extranjeros en España cayó un 74,3 %, mientras que las importaciones disminuyeron un 15,7 % y el gasto de los españoles en el extranjero se hundió un 68,3%.
Todas los sectores registraron importantes avances trimestrales, salvo la agricultura que apenas creció respecto al trimestre anterior (0,2%), dado que fue una de las actividades que se mantuvo durante el confinamiento.
La industria creció el 27,4%; la construcción, el 22,5%; y los servicios, el 15%, aunque con un significativo incremento del 42,5 % para el comercio, el transporte y la hostelería, alguna de las actividades más afectadas en el segundo trimestre.
No obstante, en comparación interanual, solo creció la agricultura (5%), mientras que el resto de sectores siguió a la baja, con descensos del 3,6 % para la industria, del 11 % para la construcción y del 9,8% para los servicios, con una contracción del 22 % para el comercio, el transporte y la hostelería.