Con el estado de alarma descendió la cifra de robos cometidos en la capital, pero al igual que sucede con el resto de la ciudadanía, algunos delincuentes se resisten a confinarse y en la madrugada de este viernes fijaron su objetivo en una frutería de la Rúa Armórica. Los delincuentes ocasionaron importantes daños en el local, revolvieron todas las instalaciones y se llevaron algo más de 230 euros del cambio.
Tal y como señaló este viernes la propietaria de Frutigal, sobre las once de la noche del jueves, un vecino de un edificio situado frente a la frutería se asomó a la ventana de su vivienda para fumar un cigarro y vio a un hombre de rodillas en la acera, golpeando la verja del establecimiento. "El chico vio a una persona con mascarilla y guantes y pensó que éramos nosotros y que se nos había estropeado la cerradura. Sin embargo, poco después observó a otro individuo en la esquina de la calle, en actitud vigilante, por lo comenzó a sospechar y llamó a la Policía", explica.
El vecino le preguntó a los hombres desde su ventana qué estaban haciendo y ambos se marcharon corriendo, por lo que cuando llegaron los agentes, ya no había nadie. Sin embargo, los delincuentes no se rindieron y regresaron a la frutería de madrugada.
"Cuando la empleada llegó a la tienda por la mañana", comenta la propietaria del negocio, "se encontró con todo el local revuelto y las cajas y toda la mercancía tiradas por el suelo. Los ladrones entraron por la puerta trasera tras romper la persiana y, una vez dentro, lo destrozaron todo; hasta rompieron la caja de los cables de la luz". Los delincuentes buscaron a conciencia el dinero de la recaudación, pero ya no estaba en la frutería, por lo que únicamente se pudieron llevar los 230 euros del cambio que había en la registradora. Los cacos se apoderaron de los billetes y de las monedas de más valor, pero dejaron tiradas por el suelo todas las inferiores a 10 céntimos. "Tal y como nos dejaron la tienda, está claro que tuvo que ser obra de más de una persona y que estuvieron un buen rato dentro del local", apunta la frutera.
PRECEDENTES. Los propietarios de Frutigal ya sufrieron otro robo hace unos meses en otra de sus tiendas, en la Rúa Conde. En aquella ocasión, los ladrones fueron mucho más ordenados y no revolvieron el establecimiento, pero lograron llevarse alrededor de 600 euros en monedas y billetes. "Aquella vez -comenta la afectada-, se llevaron el dinero y no nos descolocaron nada. Lo que nos llamó la atención es que nos robaron todos los botes de Cola Cao que teníamos en la tienda. Había botellas de vino y licores, e incluso quesos de bastante valor, pero solo se llevaron el Cola Cao".
