"Cualquier chimenea puede llegar a incendiarse con solo una chispa"

La suya es una profesión condenada a caer en el olvido... o no. Con apenas 34 años, Rodríguez se consolida como uno de los pocos deshollinadores que todavía operan en Galicia

José Benito Rodríguez. EP
photo_camera José Benito Rodríguez. EP

Hace apenas unos días, el 112 publicaba un informe en el que deja constancia de que cada cada jornada invernal se produce un incendio en una chimenea de la comunidad. Se trata de una cifra a la baja, según constata uno de los últimos deshollinadores gallegos. Los episodios se producen constantemente, aunque la mayoría de las veces se sofocan con un cubo de agua y grandes dosis de paciencia. La "dejadez" de los propietarios, unida a un importante desconocimiento del medio, terminan en sustos fácilmente evitables. ¿La clave? Acometer una limpieza anual, a ser posible de manos de un profesional versado en la materia. ¿El precio? 99 euros que, teniendo en cuenta lo laborioso de la tarea y las inevitables consecuencias, son hasta pocos.

El 112 afirma que en Galicia arde una chimenea al día en invierno.
El 112 dice una diaria, pero en Galicia hay muchísimas chimeneas que arden y que son apagadas por la gente de la casa, sin que haya un aviso a emergencias. Realmente son muchas más. Toda esta tamporada nos ha estado llamando gente a la que le ardió la chimenea, para revisarla, y la mayoría no necesitaron la intervención de los bomberos.

¿Por qué se producen este tipo de accidentes? ¿Somos los gallegos demasiado descuidados?
Porque no se hace el mantenimiento. En una chimenea que esté limpia no prende el fuego, no hay más. Lo que pasa es que hay gente que no la limpia porque no sabe que la tiene que limpiar, aunque yo creo que cada vez son menos. También hay muchas personas que lo van dejando año tras año; hay cierta dejadez, no se le tiene el respeto suficiente.

En una chimenea limpia no prende el fuego, pero hay gente con mucho desconocimiento y otros lo van dejando pasar

¿Cada cuánto tiempo recomienda limpiar el hollín de la chimenea?
Eso depende de dos cosas: el tipo de chimenea y la leña. Por ejemplo, en una chimenea moderna de doble combustión debería ser suficiente cada dos o tres años, siempre que se use leña seca; si es con leña verde, cada año.

¿Por qué se están dando tantos incidentes durante este invierno? ¿Hay algo fuera de lo normal?
El invierno pasado fue más largo de lo habitual, por lo que mucha gente se quedó sin leña demasiado pronto. Esto provocó que se empezara a pedir más leña en los meses de abril y mayo, la cual se empezó a quemar inmediatamente y formó muchísimo hollín [la madera recogida en esa época del año es especialmente húmeda, más aún si se procede a su combustión nada más talarla]. Cuando la leña está verde forma un tipo de hollín que es similar al alquitrán, no arde. En invierno, al volver a encender la chimenea con leña seca, se evapora el agua de ese alquitrán que se formó previamente, 
 y eso se convierte en un polvorín.

¿Cuánto cuesta una limpieza?
Nosotros cobramos siempre igual, independientemente de la chimenea. Son 99 euros más Iva.

¿Es realmente fácil que llegue a producirse un incendio?
Muy fácil. Si está en el momento adecuado para prender fuego, con solo una chispa ya se prende. Un papel que quememos en un momento dado, una racha de viento que hace que las llamas suban un poco más de lo que llega habitualmente... Hay chimeneas que, simplemente con acercar un mechero, ya empiezan a arder. Tendríamos una chimenea en llamas en cuestión de treinta segundos.

Además de limpiar, revisamos bien el conducto por si el tubo estuviera en mal estado o hubiera grietas en la pared

¿Qué otros riesgos pueden darse?
Llega un momento en que una chimenea no está taponada del todo, pero sí que está muy sucia. En ese momento, la chimenea no está haciendo una buena combustión; al no salir el humo, no entra oxígeno a la llama. La combustión es cada vez peor y más pesada. Se trata del momento más peligroso, ya que una persona que esté en la estancia puede no darse cuenta de lo que está pasando. Puede que durante unos días, hasta que empiece a salir humo por la chimenea, estemos respirando monóxido de carbono sin enterarnos.

¿Qué puede decirme de las nuevas calderas y estufas de pellets? ¿También generan hollín?
Sí, es exactamente lo mismo. Lo que pasa es que el pellet te lo suelen vender con una humedad máxima del veinte por ciento, por lo que no es tan escandaloso como una chimenea de leña. De todas formas, cualquier fabricante de pellet reco- mienda limpiar una vez al año.

Cada vez hay menos profesionales en Galicia. La gente empieza a usar juegos de autolimpieza o incluso productos químicos para el hollín. ¿Son realmente efectivos?
Bien utilizados, son bastante efectivos. Siempre es mejor hacer una limpieza, por mala que sea, que no hacer nada. Lo que pasa es que hay determinados tipos de hollín que son casi imposibles de eliminar con esa clase de productos, incluso utilizando un cepillo de acero. Si la combustión fue muy buena, lo normal es que simplemente se necesite hacer un barrido de la chimenea, que se hace anualmente. Lo ideal es que estas intervenciones las haga una perso- na que sabe lo que está haciendo.

Mucha gente puede pensar que la labor del deshollinador es simplemente limpiar la chimenea. ¿Qué otras funciones desempeña?
Revisamos el conducto, ya que se pueden detectar problemas mayores: tubos en mal estado o rotos, chimeneas con grietas... Es una revisión total. Claro. Nosotros lo que hacemos es una inspección de la chimenea, y la limpieza solo es una parte. De hecho, tenemos que hacer la limpieza para poder ver que hay dentro del conducto.

¿Qué es lo mas extravagante que se ha encontrado en una chimenea?
No es extraño ver nidos o aves atascados en el interior. Nidos, avisperos, aves pequeñas... todo eso es muy frecuente. También he llegado a encontrarme cuerdas utilizadas para hacer inspecciones caseras por los propios propietarios. Una vez me coincidió hacer una limpieza en una de estas casas que tienen doscientos años y encontré perdigones ocultos tras una roca de la pared de la chimenea. El propietario de la casa me contó que era de un bisabuelo suyo que había sido militar y que guardaba allí la munición.
 

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